Juntó años de dudas, un documento borrado con Gillette, una confesión y denunció a su padre
“Mi casa era un infierno”, dice Enrique Marzorati, que pasó su vida atrapado en callejones sin salida. Creía que era adoptado pero asegura que eso también era parte de la mentira. “Lo que siento es impotencia”, confiesa ahora mientras cuenta su historia por primera vez