Quién es el neurocientífico de la Universidad de Stanford que toma mate y difunde sus beneficios para la salud

Andrew Huberman, neurocientífico y profesor de neurobiología en la Universidad de Stanford, en los Estados Unidos, es conocido por sus estudios sobre el cerebro y el bienestar.

Es también el anfitrión del podcast Huberman Lab, a través del cual comparte consejos. A pesar de sus diversas actividades, sus mañanas y sus tardes tienen algo en común: el científico toma mates y los recomienda a sus más de 6,6 millones de seguidores.

El investigador empezó a consumir la yerba mate hace 46 años cuando era niño. Fue por la invitación de su abuelo paterno en la Argentina, y tiene en cuenta las evidencias de estudios que han evaluado las propiedades de la infusión derivada de un árbol de Sudamérica, llamado Ilex Paraguariensis.

Los guaraníes consumían las hojas del árbol de la yerba mate más de 500 años atrás. Ahora se consumen más de 300 millones de kilos por año en el mundo y los beneficios que encontraban esas comunidades indígenas tienen pruebas.

Para el doctor Huberman la infusión no solo ayuda a mantener su energía sin los efectos secundarios de otros estimulantes, sino que también tiene varios beneficios para la salud.

“Como bebedor habitual de yerba mate, encontré que ofrece un impulso constante de energía sin el bajón posterior, y además me mantiene hidratado”, dijo Huberman en su podcast.

La bebida, que forma parte de su rutina diaria, se ha convertido en una de sus fuentes preferidas para mejorar su rendimiento físico y mental.

La yerba mate ganó una gran popularidad debido a su capacidad para aportar energía de manera sostenida, sin causar los efectos secundarios comunes de la cafeína, como la ansiedad o el agotamiento posterior.

Es una bebida rica en cafeína, teobromina y antioxidantes y ayuda a mantener niveles elevados de energía durante varias horas. La teobromina, un compuesto similar a la cafeína pero más suave, también tiene propiedades que ayudan a la relajación muscular y favorecen la circulación sanguínea.

Huberman añadió que la yerba mate, gracias a la teobromina, no solo mejora la energía, sino que también actúa como un relajante muscular natural. Por eso, es ideal para mantener un buen estado físico a lo largo del día.

La yerba mate es un alimento que se distingue por sus propiedades nutritivas y beneficios para la salud. Huberman destacó por qué esta bebida es tan saludable.

• Sostenibilidad Energética: A diferencia del café, que proporciona un aumento rápido de energía seguido de un bajón, la yerba mate ofrece un impulso constante de energía.
• Propiedades Antioxidantes: Es rica en polifenoles, compuestos que ayudan a reducir la inflamación y protegen al cuerpo de los daños celulares. Estos antioxidantes contribuyen a la prevención de enfermedades y a mejorar el bienestar general.
• Mejora el Metabolismo: Gracias a su capacidad para optimizar la producción de GLP-1 (un péptido que regula el metabolismo y la secreción de insulina), la yerba mate puede ayudar en la regulación del azúcar en sangre y en el control del apetito. Esto la convierte en una excelente opción para quienes buscan mantener un metabolismo saludable.
• Mejora la Salud Mental: Es conocida por mejorar el enfoque mental y claridad. Su contenido en cafeína y teobromina actúa como un estimulante suave, ideal para quienes necesitan un aumento de concentración sin los efectos secundarios de otros estimulantes.

Según Huberman, “la yerba mate tiene un impacto positivo en la regulación del azúcar en sangre y la producción de hormonas clave para el metabolismo”.

Huberman también subrayó que la yerba mate es preferida por muchos atletas debido a sus efectos en la resistencia y la recuperación muscular. Consumirla antes de hacer ejercicio proporciona un aumento de resistencia, gracias a la cafeína, que mejora el flujo sanguíneo y la circulación y se optimiza el rendimiento.

“El consumo de yerba mate antes de hacer ejercicio es una opción ideal porque mejora la resistencia y el enfoque sin sobrecargar el sistema nervioso,” explicó Huberman.

Además, sus propiedades antioxidantes ayudan a reducir la inflamación y el dolor muscular tras una actividad intensa. La bebida actúa como un relajante muscular, lo que puede ayudar a acelerar la recuperación después de un entrenamiento físico.

Huberman se dedica a promover el mate en base a la evidencia científica. Uno de los investigadores que contribuyó al conocimiento sobre la infusión es Juan Ferrario, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires y el Conicet, en Argentina.

Con colaboradores, Ferrario demostró que la yerba mate tiene la propiedad de prolongar la vida de neuronas dopaminérgicas en cultivo. Un resultado que juega a favor de la hipótesis de que tomar mate protegería contra el desarrollo de la enfermedad de Parkinson. El trabajo fue publicado en la revista especializada Movement Disorders.

En diálogo con Infobae, el doctor Ferrario coincidió con Huberman al destacar que el impacto del mate sobre el cerebro tiene una base sólida.

“El efecto es más claro e indudable: el mate contiene cafeína en cantidades similares al café, por lo que se pueden traspolar mucho de lo que se conoce sobre esta molécula”, dijo.

Debido a la interacción de la cafeína con la dopamina, consumir mate puede mejorar la respuesta mental, la concentración, y proporcionar la sensación de bienestar relacionada con “estar despiertos” que también se experimenta con café.

“Nuestra especulación es que como el café se toma en un solo ‘shot’ de manera aguda, genera un pico y una respuesta marcada, pero a su vez más corta. En cambio, el mate, al ingerirse de manera prolongada, genera una respuesta más extensa”, explicó.

Aunque reconoció que “es solo una especulación porque no hay trabajos científicos que lo hayan explorado”.

Recordó el Premio Nobel argentino Bernardo Houssay hace más de ocho décadas, lideró investigaciones sobre los efectos del mate en el cerebro.

“Esos trabajos son casi desconocidos en la actualidad y su impacto ha quedado en el olvido. Esto refleja una necesidad crítica de retomar el análisis sobre los beneficios neurológicos de la yerba mate desde una perspectiva científica contemporánea”, señaló.

Por otro lado, rescató que hay pruebas sobre el efecto antiobesidad de la yerba mate. “Hay varios trabajos realizados con tomadores de mate y se sabe que algunos principios activos, entre los que se destaca el ácido clorogénico, favorecen el funcionamiento hepático y la reducción de lípidos o grasas, al menos por dos mecanismos fisiológicos diferentes y complementarios”, mencionó Ferrario.