5 mitos comunes que ponen en riesgo la salud bucal, según una especialista

Desde la pasta morada hasta el uso del hilo dental, un informe de Forbes presentó las advertencias de la odontóloga Briar Voy sobre prácticas virales que comprometen el esmalte y favorecen problemas en dientes y encías

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Los dentistas recomiendan productos blanqueadores
Los dentistas recomiendan productos blanqueadores suaves y acudir al dentista para tratamientos seguros (Imagen Ilustrativa Infobae)

En la era de los tutoriales virales y los consejos rápidos de TikTok o Instagram, las recomendaciones sobre el cuidado dental circulan con una velocidad inédita. Muchos de estos trucos generan curiosidad por su aparente sencillez, pero no todos resultan beneficiosos. Según distintos especialistas, algunas prácticas que se popularizan en redes sociales pueden tener efectos negativos para la salud bucal.

La doctora Briar Voy, dentista y especialista en prótesis dentales, del Amsterdam Dental Group en Nueva Jersey y portavoz de Supersmile, advirtió a Forbes que es fundamental separar los consejos útiles de los mitos que comprometen la salud odontológica.

Las redes sociales están llenas de tendencias que pueden parecer útiles, pero en realidad pueden dañar los dientes y las encías”, señaló a Forbes.

La verdad sobre la pasta de dientes morada

Uno de los productos que más revuelo genera en internet es la pasta de dientes morada, promocionada como una opción para blanquear de manera rápida.

El argumento detrás de su popularidad es la teoría del color: el morado se ubica en el círculo cromático opuesto al amarillo, por lo que puede neutralizarlo de forma momentánea y dar la impresión de un tono más brillante.

La pasta de dientes morada
La pasta de dientes morada solo ofrece un efecto cosmético temporal y puede dañar el esmalte dental (Imagen ilustrativa Infobae)

La doctora Voy explicó que el efecto de esta pasta es únicamente cosmético: “La pasta de dientes morada no altera el tono subyacente del esmalte”.

Además, resaltó que algunas fórmulas incorporan colorantes sintéticos intensos, como el CI 60730 o el Violeta Ácido 43, presentes en productos como tintes capilares y esmaltes de uñas.

Otras utilizan agentes abrasivos como la sílice, que ayudan a disimular manchas superficiales. Sin embargo, advirtió que el uso prolongado de estos componentes puede desgastar gradualmente el esmalte, incrementar la sensibilidad y dejar expuesta la dentina, de tono amarillento de manera natural.

La especialista recomendó acudir a un dentista para un tratamiento profesional o utilizar productos blanqueadores suaves, diseñados para remover manchas sin afectar la estructura dental.

Coronas y carillas también requieren atención

Otro error frecuente es creer que coronas y carillas no pueden blanquearse. Aunque estos materiales no reaccionan al peróxido utilizado en blanqueamientos convencionales, sí acumulan manchas superficiales con el tiempo.

Coronas y carillas también acumulan
Coronas y carillas también acumulan manchas y requieren limpieza profesional para mantener su brillo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las limpiezas profesionales permiten recuperar el brillo original y existen productos blanqueadores no abrasivos que disuelven la película de proteína, una capa pegajosa que atrapa manchas y bacterias, sin dañar la superficie. “Esto significa que pueden eliminar manchas de forma segura en dientes naturales, coronas, carillas e incluso dentaduras postizas”, explicó Voy.

El momento adecuado para usar enjuague bucal

Utilizar enjuague bucal inmediatamente después del cepillado es otro hábito extendido que, de acuerdo con expertos, puede afectar la efectividad del flúor y otros minerales de la pasta dental. Estos componentes requieren tiempo para fortalecer el esmalte y proteger contra las caries.

Voy indicó que los enjuagues con alto contenido de alcohol resecan la boca, interfiriendo con la producción de saliva. La saliva cumple un papel esencial: arrastra partículas de comida, neutraliza ácidos y aporta enzimas que fortalecen la higiene bucal. Un exceso de alcohol también compromete a las bacterias beneficiosas y eleva el riesgo de caries.

El uso inmediato de enjuague
El uso inmediato de enjuague bucal tras el cepillado reduce la efectividad del flúor y puede resecar la boca (Freepik)

La recomendación es escupir el exceso de pasta dental y esperar al menos 30 minutos antes de usar enjuague. Asimismo, se sugiere optar por versiones con bajo contenido de alcohol o libres de él.

El orden correcto del cepillado y el hilo dental

Existe la creencia de que usar hilo dental después del cepillado es suficiente para mantener una higiene adecuada. Sin embargo, la especialista aclaró a Forbes que “esta idea errónea sobre el orden de los pasos de la higiene bucal influye enormemente en la eficacia de tu rutina de limpieza”.

El uso del hilo dental previo al cepillado elimina placa y residuos interdentales, lo que facilita que los ingredientes activos de la pasta penetren mejor en el esmalte.

El orden correcto es usar
El orden correcto es usar hilo dental antes del cepillado para mejorar la protección contra caries (Crédito: Freepik)

Cepillarse después garantiza que estas sustancias actúen en las zonas de difícil acceso. En palabras de la especialista, “usar hilo dental antes del cepillado proporciona una protección superior contra las caries y beneficios generales para la salud bucal”.

Peligros del cepillado con demasiada fuerza

Otro mito extendido es que aplicar más presión al cepillarse asegura mayor limpieza. De acuerdo con la Dra. Voy, este hábito puede generar consecuencias serias: “La idea de que ‘cuanto más duro, más limpio’ es una falacia peligrosa en el cepillado de dientes”.

El exceso de presión, en particular con cepillos de cerdas duras o con cepillos eléctricos usados incorrectamente, ocasiona recesión gingival, exposición de raíces y daño al esmalte. Las raíces, recubiertas de cemento, son más vulnerables que el esmalte a la caries y al desgaste.

Para un cepillado seguro, la especialista aconsejó levantar el dedo índice del mango para reducir presión, emplear un cepillo de cerdas suaves, inclinarlo en un ángulo de 45 grados respecto a la línea de las encías y realizar movimientos circulares suaves.