Cálculos renales: la vitamina que podría reducir su desarrollo en un 22%

Un reciente análisis científico abordó cómo esta clave nutricional podría convertirse en un aliado esencial para quienes buscan prevenir estos trastornos urinarios

Guardar
Un estudio en Scientific Reports
Un estudio en Scientific Reports vincula un mayor consumo de niacina con una reducción del 22 % en el riesgo de cálculos renales (freepik)

Un estudio publicado en Scientific Reports ha revelado un hallazgo prometedor para quienes buscan prevenir los dolorosos cálculos renales: un aumento en la ingesta de niacina, también conocida como vitamina B3, podría reducir el riesgo de desarrollar estas formaciones minerales en un 22%.

Esta investigación se basó en datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) recopilados entre 2007 y 2018, y sugiere que la dieta podría desempeñar un papel más importante de lo que se pensaba en la prevención de este problema de salud.

Los cálculos renales, que afectan aproximadamente al 11% de ciertas poblaciones en los Estados Unidos, son depósitos duros de minerales y sales que se forman en los riñones, causando un dolor intenso y complicaciones, en algunos casos.

La Encuesta NHANES analizó datos
La Encuesta NHANES analizó datos de 28.508 personas entre 2007 y 2018 para evaluar el papel de la niacina en la prevención de cálculos renales (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aunque factores como la hidratación, la genética y condiciones de salud subyacentes son conocidos por influir en su aparición, este estudio arroja luz sobre cómo un nutriente específico podría ser una herramienta adicional para reducir el riesgo.

Detalles del estudio

El análisis incluyó a 28.508 personas con una edad promedio de 47 años, quienes participaron en la encuesta NHANES. Los investigadores evaluaron la ingesta de niacina de los participantes mediante un registro de lo que consumieron en un período de 24 horas.

Además, se les preguntó si tenían antecedentes de cálculos renales a través de un cuestionario. Según detalló EatingWell, los datos obtenidos fueron analizados utilizando métodos estadísticos avanzados para identificar posibles vínculos entre el consumo de niacina y el riesgo de desarrollar cálculos renales.

Los cálculos renales afectan al
Los cálculos renales afectan al 11 % de ciertas poblaciones en Estados Unidos y causan dolores intensos y complicaciones (Imagen ilustrativa Infobae)

Los resultados mostraron que las personas con antecedentes de cálculos renales compartían ciertas características comunes: eran más propensas a ser hombres, mayores, de raza blanca, con ingresos familiares más altos, fumadores, físicamente activos y con condiciones como hipertensión o diabetes.

Sin embargo, un factor adicional llamó la atención de los investigadores: estas personas tendían a consumir menos niacina en su dieta.

Un vínculo en forma de “L” y sus implicaciones

El estudio encontró que quienes consumían mayores cantidades de niacina tenían un 22% menos de probabilidades de desarrollar cálculos renales en comparación con aquellos con una ingesta más baja.

Este efecto fue especialmente notable en personas menores de 60 años. Según reportó EatingWell, los investigadores observaron que la relación entre la niacina y el riesgo de cálculos renales seguía un patrón en forma de “L”.

El consumo de niacina mostró
El consumo de niacina mostró una relación en forma de “L” con el riesgo de cálculos renales, beneficiando especialmente a menores de 60 años (Imagen Ilustrativa Infobae)

Esto significa que incluso un aumento modesto en el consumo de niacina podría tener un impacto importante en la reducción del riesgo.

Aunque el mecanismo exacto detrás de este efecto no está completamente claro, los autores del estudio sugieren que las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias de la niacina podrían desempeñar un papel clave.

Los cálculos renales suelen formarse en un proceso que involucra inflamación y estrés oxidativo, condiciones en las que las especies reactivas de oxígeno dañan las células. La niacina, al combatir estos efectos, podría ayudar a prevenir la formación de cristales de calcio en los riñones.

Además, este nutriente podría favorecer la salud de las mitocondrias, las estructuras celulares responsables de producir energía, lo que también podría contribuir a evitar la acumulación de cristales.

Limitaciones del estudio y precauciones

A pesar de los hallazgos prometedores, el estudio presenta algunas limitaciones importantes. Según consignó EatingWell, se trata de un análisis transversal, lo que significa que los datos se recopilaron en un único momento en el tiempo.

Esto dificulta establecer una relación de causa y efecto entre la ingesta de niacina y la reducción del riesgo de cálculos renales. Además, los investigadores dependieron de los cuestionarios de los participantes para obtener información sobre sus hábitos alimenticios y antecedentes médicos, lo que podría haber introducido errores o imprecisiones.

Otro aspecto a considerar es que los datos dietéticos se basaron en recordatorios de 24 horas, lo que podría no reflejar patrones alimenticios a largo plazo.

Tampoco se incluyó información sobre la composición exacta de los cálculos renales, lo que podría haber proporcionado más detalles sobre cómo la niacina afecta su formación.

Las limitaciones del estudio incluyen
Las limitaciones del estudio incluyen el uso de datos transversales y cuestionarios basados en recordatorios de 24 horas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Por estas razones, los autores del estudio enfatizan la necesidad de realizar investigaciones adicionales para confirmar estos hallazgos y comprender mejor el papel de la niacina en la prevención de cálculos renales.

Aplicaciones prácticas

Para quienes buscan reducir el riesgo de cálculos renales, este estudio sugiere que aumentar la ingesta de alimentos ricos en niacina podría ser una estrategia útil.

Sin embargo, EatingWell advirtió que no se trata de una solución mágica ni de una excusa para recurrir a suplementos sin supervisión médica. La niacina debe formar parte de una dieta equilibrada y complementarse con otros hábitos saludables, como mantenerse hidratado y controlar los factores de riesgo individuales.

Entre los alimentos ricos en niacina que podrían incluirse en la dieta se encuentran la pechuga de pollo, el atún, el maní y los hongos. Por ejemplo, una pechuga de pollo asada o un sándwich de atún pueden ser opciones prácticas y nutritivas. Otros alimentos como el arroz integral y el salmón también son buenas fuentes de este nutriente.