Un enfoque preventivo que combina ejercicio, alimentación saludable y apoyo psicológico podría transformar la experiencia de los pacientes que se someten a cirugías mayores.
Según un estudio realizado en Canadá, las personas que adoptan hábitos saludables antes de una operación tienen menos probabilidades de enfrentar complicaciones postoperatorias y disfrutan de una recuperación más rápida.
Esta estrategia, conocida como “prehabilitación”, podría reducir el riesgo de complicaciones hasta en un 50 por ciento.
El impacto del ejercicio y de la dieta en la recuperación quirúrgica
El análisis, que incluyó los registros médicos de 15.684 pacientes, reveló que aumentar los niveles de actividad física antes de una cirugía planificada tiene un impacto significativo en la reducción de riesgos.
Los pacientes que incorporaron ejercicio regular en su rutina previa a la operación experimentaron una disminución del 50% en las probabilidades de complicaciones postoperatorias. Además, una dieta rica en proteínas y equilibrada contribuyó a reducir este riesgo en un 38 por ciento.
La combinación de ejercicio y alimentación saludable también tuvo un efecto positivo en el tiempo de hospitalización.
Los pacientes que adoptaron ambos hábitos pasaron, en promedio, 1,22 días menos en el hospital en comparación con aquellos que no realizaron cambios en su estilo de vida.
El papel del apoyo psicológico en la recuperación
Más allá de los beneficios físicos, el estudio destacó la relevancia del apoyo emocional y psicológico en el proceso de prehabilitación. Según los resultados del estudio, los pacientes que recibieron orientación médica sobre qué esperar durante la recuperación quirúrgica lograron reducir su estancia hospitalaria en aproximadamente dos días y medio.
Este tipo de apoyo no solo ayuda a manejar las expectativas, sino que también contribuye a una recuperación más eficiente y menos traumática.
Daniel McIsaac, anestesiólogo del Hospital de Ottawa y autor principal del estudio, enfatizó en diálogo con Daily Mail que la prehabilitación puede ser una herramienta clave para mejorar los resultados quirúrgicos, en particular en los pacientes de más edad. “La prehabilitación puede beneficiar a los adultos que se preparan para una cirugía”, afirmó McIsaac.
Complicaciones comunes y la necesidad de un enfoque preventivo
En el contexto del Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido, hasta el 44% de los pacientes que se someten a cirugías mayores enfrentan complicaciones postoperatorias.
Estas incluyen infecciones, hemorragias internas y accidentes cerebrovasculares, entre otros problemas graves. Los hallazgos del estudio canadiense sugieren que un enfoque preventivo podría ser crucial para reducir estas cifras alarmantes.
La investigación también abre la puerta a explorar programas de prehabilitación personalizados. Por ejemplo, los investigadores planean estudiar cómo ejercicios específicos, como el fortalecimiento de las piernas, podrían beneficiar a pacientes que se preparan para cirugías de rodilla.
Este enfoque individualizado podría maximizar los beneficios de la prehabilitación y adaptarse a las necesidades específicas de cada paciente.
Un cambio de paradigma en la preparación quirúrgica
La prehabilitación representa un cambio significativo en la forma en que los pacientes y los profesionales de la salud abordan las cirugías mayores.
En lugar de centrarse únicamente en la rehabilitación postoperatoria, esta perspectiva pone énfasis en la preparación para la cirujía, lo que podría mejorar tanto los resultados médicos como la calidad de vida de los pacientes.
El estudio canadiense demostró que la combinación de ejercicio, dieta saludable y apoyo psicológico no solo reduce la posibilidad de complicaciones, sino que también acelera la recuperación.
Estos hallazgos demostraron la importancia de adoptar una preparación integral y preventiva en la atención quirúrgica, con el potencial de mejorar la experiencia de miles de pacientes en todo el mundo.