Más allá de los problemas de memoria: cuáles son las 5 señales tempranas asociadas al Alzheimer

Desde cambios conductuales hasta dificultades en el manejo del dinero, estas manifestaciones pueden ser una señal de alerta

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En ciertas demencias, los cambios
En ciertas demencias, los cambios de personalidad pueden preceder a los problemas de memoria de forma silenciosa pero significativa (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los problemas recurrentes de memoria se suelen asociar con el Alzheimer, una patología que, según el informe Datos y cifras sobre la enfermedad de Alzheimer en 2024, publicado por la revista Alzheimer’s & Dementia de la Alzheimer’s Association, podría afectar a más de 139 millones de personas para 2050 debido al envejecimiento de la población global.

Sin embargo, los expertos señalan que la pérdida de la capacidad de recordar no es el primer síntoma de la enfermedad. Existen otras señales de alerta que pueden aparecer antes de esta manifestación, como por ejemplo cambios en la conducta, dificultades para gestionar la economía hogareña o problemas al conducir.

Por otro lado, también existen otros trastornos tratables que pueden producir síntomas similares a la demencia “y que los médicos pueden pasar por alto con facilidad”, señaló el doctor Ardeshir Hashmi, geriatra y jefe de sección del Centro de Medicina Geriátrica de Cleveland Clinic.

Algunos de esos trastornos comunes que pueden confundirse con la demencia son deshidratación, interacciones entre medicamentos o efectos secundarios, infecciones respiratorias y alteraciones del sueño, entre otras.

Investigadores hallaron que los problemas
Investigadores hallaron que los problemas al manejar el dinero y la economía son de las primeras alertas en trastornos cognitivos (Imagen Ilustrativa Infobae)

El Alzheimer es una enfermedad que afecta principalmente al cerebro, dañando las neuronas e impidiendo que realicen sus funciones hasta morir, en un proceso conocido como neurodegeneración.

Los síntomas principales son cognitivos y conductuales, incluyendo problemas de memoria, desorientación y confusión, siendo la causa más común de demencia en adultos mayores. La prevalencia de esta enfermedad se incrementa significativamente con la edad; a partir de los 65 años, se duplica cada década de vida.

Las señales de alerta no relacionadas con la memoria

1. Cambios de personalidad. Según Angelina Suti, profesora de ciencias del comportamiento y medicina social en la Universidad Estatal de Florida, los cambios de personalidad en personas con demencia se intensifican conforme aparecen más síntomas de esta condición. Un estudio que lideró reveló que, antes de mostrar signos de deterioro cognitivo, estas personas presentaban ligeras disminuciones en rasgos como la extroversión, la amabilidad y la responsabilidad.

Expertos afirman que deshidratación, infecciones
Expertos afirman que deshidratación, infecciones o reacciones a medicamentos pueden parecerse a síntomas comunes de demencia (Imagen Ilustrativa Infobae)

Puede ser más fácil darse cuenta de que alguien “ya no sale con tanta frecuencia, que reconocer cuánto ha disminuido su memoria”, dijo la doctora Sutin.

Algunos de estos cambios de personalidad pueden ocurrir espontáneamente, como resultado del daño que se produce en el cerebro. Este es el caso de la demencia frontotemporal, por ejemplo, que padece el actor Bruce Willis.

Según expresó el doctor Ricardo Allegri (MN 63538), jefe de Neurología Cognitiva, Neuropsicología y Neuropsiquiatría del Sanatorio Fleni en una nota reciente: “Es una de las demencias más subdiagnosticadas. En esta patología, el paciente no empieza con problemas de memoria o con un trastorno cognitivo habitual —como ocurre en otros tipos de demencia—, por eso es difícil de diagnosticar. En general, esta enfermedad se inicia con cambios en la conducta, y lo más frecuente es la apatía o la desinhibición. Desde el punto de vista cognitivo, no hay trastorno de memoria”.

Sin embargo, en un estudio reciente publicado en Scientific Report, Katsuya Oi, profesor de sociología en la Universidad del Norte de Arizona, afirmó que en algunos casos los cambios importantes de personalidad no necesariamente predicen el deterioro de la memoria.

La pérdida olfativa es a
La pérdida olfativa es a menudo el primer signo de enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer o Parkinson (Imagen Ilustrativa Infobae)

“No estamos refutando la relación entre el aumento del neuroticismo (NdeR: inestabilidad emocional) y las primeras etapas de la demencia o el Alzheimer”, dijo Oi. “Solo somos los primeros en señalar que no todos los adultos mayores que presentan un aumento del neuroticismo se encuentran en las primeras etapas del deterioro cognitivo“, agregó.

Asimismo, indicó que “hay muchas cosas que suceden en la vida que afectan a nuestro cerebro y a nuestra personalidad al mismo tiempo. Todo el mundo sabe que es difícil funcionar como la persona que uno sabe que es cuando está estresado”. Por lo tanto, los investigadores instaron a considerar estos factores en los diagnósticos.

“Los cambios de personalidad indican que está ocurriendo algo tumultuoso, cierta tensión entre la vida y el yo”, dijo Oi. “Eso podría ser la enfermedad de Alzheimer o la demencia, o podría ser otra cosa. Esa otra cosa, si no se controla, puede volverse clínica”, afirmó el investigador.

La demencia frontotemporal se caracteriza
La demencia frontotemporal se caracteriza por cambios conductuales que suelen diferir de otros tipos de demencia (Imagen ilustrativa Infobae)

2. Dificultades para manejar el dinero y la economía. Las personas con demencia pueden experimentarlos años antes de que aparezca la pérdida de memoria u otros síntomas cognitivos. Por ejemplo, pueden olvidarse de pagar sus facturas o tener dificultades en seguir un presupuesto. Estos problemas afectan no solo la vida doméstica, sino que pueden repercutir en el ámbito laboral y personal, especialmente en situaciones que requieren habilidades organizativas.

“Una de las razones por las que la mala gestión financiera puede ser un indicador sensible es simplemente porque es muy compleja”, ya que implica la interacción de múltiples regiones cerebrales, dijo a New York Times el doctor Winston Chiong, profesor de Neurología en la Universidad de California en San Francisco. En conclusión, las finanzas pueden ser una de las primeras áreas en las que pueden surgir grietas en la cognición de una persona.

Por ejemplo, “quienes padecen demencia frontotemporal son menos sensibles a las posibles consecuencias negativas”, afirmó el doctor Chiong. Debido a esto, pueden ser más “susceptibles a diferentes tipos de manipulación” o pueden ser “más propensas a derrochar o descuidar el dinero”.

Los problemas de sueño tienen
Los problemas de sueño tienen mayor incidencia en demencias avanzadas, pero suelen estar presentes desde etapas tempranas (Imagen ilustrativa Infobae)

3. Trastornos del sueño. Los expertos de Clínica Mayo afirman que los problemas en el descanso y la enfermedad de Alzheimer a menudo van de la mano: “Las alteraciones del sueño pueden afectar hasta al 25% de las personas con demencia leve a moderada y al 50% de las personas con demencia grave. Las alteraciones del sueño tienden a empeorar a medida que la demencia se hace más grave”.

Otros posibles problemas de sueño de las personas con demencia incluyen somnolencia excesiva durante el día e insomnio, con dificultad para conciliar el sueño y dormir sin despertarse. También es común despertarse frecuentemente durante la noche y levantarse muy temprano a la mañana.

Las personas con demencia también pueden padecer un fenómeno por la tarde o durante la noche llamado síndrome del ocaso. Podrían sentirse confundidas, agitadas, ansiosas y agresivas. Puede ser peligroso deambular por la noche en este estado mental.

Las dificultades al conducir podrían
Las dificultades al conducir podrían estar ligadas a pérdidas de memoria espacial y coordinación en el cerebro (Imagen ilustrativa Infobae)

Un cambio que puede ocurrir específicamente con la demencia con cuerpos de Lewy (otro tipo de trastorno cerebral progresivo) es que una persona puede comenzar a actuar sus sueños. Esto también es cierto para la enfermedad de Parkinson, que está relacionada con la demencia y con este fenómeno biológico.

4. Problemas al conducir. Según la Fundación Pasquall Maragall, en el Alzheimer “se presentan problemas de orientación espacial, incapacidad para calcular las distancias, reconocer entornos o localizar objetos”. Estos síntomas pueden afectar la conducción y manifestarse en forma de rayones en el auto, de colisiones menores o de no respetar las señales de stop o los semáforos, también pueden frenar o acelerar de repente o tomar curvas demasiado rápido.

5. La pérdida de olfato. Según una investigación, publicada en Frontiers in Molecular Neuroscience, y dirigida por el profesor emérito Michael Leon y las investigadoras Cynthia Woo y Emily Troscianko, la disfunción olfativa ocurre temprano en el desarrollo de algunas afecciones médicas.

La persona con Alzheimer puede
La persona con Alzheimer puede olvidarse de pagar sus facturas o tener dificultades en seguir un presupuesto (Imagen Ilustrativa Infobae)

“La pérdida olfativa aparece mucho antes de cualquier otro síntoma de Parkinson, y de manera similar, es un signo temprano de la enfermedad de Alzheimer, siendo la vía olfativa la primera parte del cerebro que se deteriora en esa enfermedad”, afirmaron.

A diferencia de la pérdida de audición y visión, que pueden ser factores de riesgo para la demencia, pero no se cree que sean causados por la enfermedad en sí, la pérdida del olfato parece ser una de las primeras manifestaciones de la neurodegeneración.

En cuanto a las causas desencadenantes del daño al sistema olfativo, existen varias posibilidades, dijeron los investigadores del estudio citado: “Una es que exista un mecanismo común que afecte tanto al sistema olfativo como a varios objetivos neurológicos y somáticos. Otra es que las afecciones neurológicas y somáticas produzcan algo que degrade el sistema olfativo".

“Una tercera posibilidad es que el sistema olfativo produzca algo que ponga al cerebro y al cuerpo en riesgo de contraer enfermedades o de expresar los síntomas de esas enfermedades. Un producto común de la enfermedad es la inflamación, y existe una fuerte relación entre la disfunción olfativa y la inflamación elevada”, dijeron los autores del estudio.

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