Midorexia, el peligro detrás de la obsesión por perseguir una “juventud eterna”

Un nuevo trastorno relacionado con el envejecimiento ha generado debate sobre salud mental, el impacto social y las expectativas de belleza en la actualidad

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La aceptación del paso del
La aceptación del paso del tiempo es clave para evitar el deterioro emocional asociado a la midorexia (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

La preocupación por el envejecimiento y la búsqueda de una apariencia juvenil no son fenómenos nuevos, pero en la actualidad han adquirido una dimensión más compleja y, en algunos casos, patológica. Según vidaysalud, el término midorexia describe un trastorno caracterizado por un miedo extremo a envejecer.

Esto lleva a las personas a adoptar comportamientos obsesivos para evitar los signos del paso del tiempo. Este fenómeno, que afecta tanto a hombres como a mujeres de diferentes edades y culturas, está profundamente influido por factores sociales, psicológicos y culturales.

La midorexia puede considerarse una evolución de la conocida “crisis de la mediana edad”, pero con características más extremas. Las personas que la padecen experimentan síntomas de ansiedad ante los cambios físicos asociados al envejecimiento y buscan activamente revertirlos, aunque solo logren resultados parciales y superficiales.

José Pérez analiza el impacto
José Pérez analiza el impacto emocional de buscar juventud frente a las limitaciones físicas naturales (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

Patricia Gracia García, psiquiatra del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, explicó a La Vanguardia que este trastorno tiene las características de una fobia, ya que quienes lo sufren intentan evitar los signos del envejecimiento mediante conductas que les hagan parecer más jóvenes.

La presión social y los estándares de belleza como detonantes

La presión social y los estándares de belleza juegan un papel crucial en el desarrollo de la midorexia. En una sociedad que glorifica la juventud y margina a las personas mayores, la apariencia física se convierte en un indicador de éxito y aceptación.

José Pérez Fernández-Manchón, psicóloga de la Consulta Despertares, señaló al medio antes citado que esta preocupación excesiva por el paso del tiempo está vinculada a una crisis de autoestima y a la presión cultural por “envejecer bien” o “sin que se note”.

Por otro lado, Ángel Luis Guillén, psicólogo sanitario y director de Psicopartner, destacó el impacto de las redes sociales en este fenómeno. La constante exposición a imágenes retocadas y filtradas genera una comparación irreal que alimenta la obsesión por alcanzar estándares de belleza inalcanzables.

La OMS trabaja para combatir
La OMS trabaja para combatir el sesgo por la edad, pero la invisibilidad social persiste (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

Según Guillén, esta dinámica refuerza la idea de que envejecer es sinónimo de pérdida de valor, lo que intensifica el miedo a la invisibilidad social.

Factores psicológicos y existenciales en juego

Según explicó Patricia Gracia García a La Vanguardia, ciertos rasgos de personalidad y formas de afrontar los cambios pueden predisponer a una persona a desarrollar este trastorno. Asimismo, el envejecimiento enfrenta a las personas a un temor universal: el miedo a la muerte.

El tipo de apego desarrollado en la infancia también puede ser determinante. Guillén señaló que quienes tuvieron un apego inseguro, ya sea evitativo, ansioso o desorganizado, suelen desarrollar creencias negativas sobre su valía personal.

Esto los lleva a buscar validación constante, lo que en la adultez puede manifestarse en una obsesión por la imagen personal y el rechazo al envejecimiento.

Patricia Gracia García resalta cómo
Patricia Gracia García resalta cómo la midorexia afecta la vida cotidiana y las relaciones personales (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

El temor a la invisibilidad social

A pesar de los esfuerzos de organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) para combatir el sesgo por la edad, la exclusión de los llamados “silvers” sigue siendo evidente.

En generaciones anteriores, quienes superaban los 60 años aceptaban con resignación la pérdida de atractivo y el inicio de la etapa final de su vida.

Sin embargo, la actual generación, con una mayor esperanza de vida, se resiste a esta invisibilidad. Guillén explicó que experiencias pasadas de rechazo o discriminación por edad, así como cambios significativos como la jubilación anticipada o la pérdida de roles sociales, pueden predisponer a una persona a desarrollar midorexia.

Los efectos positivos y negativos de la midorexia

Las redes sociales exacerban ideales
Las redes sociales exacerban ideales de belleza que intensifican el miedo a "perder valor" al envejecer (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

Según José Pérez, el deseo de mantenerse joven puede llevar a las personas a adoptar hábitos saludables, como hacer ejercicio regularmente, cuidar su alimentación y mejorar su estilo de vida. Sin embargo, esta motivación puede convertirse en una fuente de frustración cuando las limitaciones físicas y los cambios inevitables asociados a la edad se hacen evidentes.

En el ámbito profesional, la necesidad de mantenerse actualizado puede ser estimulante, pero también puede generar estrés si se establecen expectativas poco realistas

Patricia Gracia García destacó que es importante diferenciar entre mantener una actitud activa y positiva frente al envejecimiento y la lucha compulsiva por evitar parecer mayor. Mientras que lo primero puede mejorar la salud y la autoestima, lo segundo puede llevar a un deterioro emocional y físico.

La midorexia es más que
La midorexia es más que un temor: es un trastorno influido por factores culturales y psicológicos (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

Patricia Gracia García advirtió que el pensamiento obsesivo de quienes padecen midorexia interfiere con su capacidad para disfrutar de las actividades cotidianas. Además, la lucha constante contra los signos del envejecimiento puede generar conflictos con el entorno cercano y llevar a decisiones impulsivas que afectan las relaciones sociales y familiares.

Candy Hernández, especialista en medicina estética y directora de Candhé Clinic, señaló que aunque los tratamientos estéticos pueden mejorar la confianza en uno mismo, no son la solución para quienes tienen una obsesión extrema por verse jóvenes.

Asimismo, Hernández destacó que la medicina estética debe complementarse con hábitos saludables y un trabajo psicológico para aceptar el paso del tiempo.

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