
En una reciente entrevista en Chacra TV, Lorena Londero, pionera de una pyme dedicada a la producción de harina de uva, compartió los secretos de este suplemento antioxidante, sus beneficios para la salud y el proceso detrás de su fabricación.
La historia detrás de la creación de la harina de uva está íntimamente ligada a la vida de Lorena, quien en 2015 fue diagnosticada con esclerosis múltiple, por lo cual debió modificar radicalmente sus hábitos alimentarios.
Londero creció entre viñedos, aroma a uva recién cosechada, y grandes barriles de roble. Su padre trabaja en una bodega familiar en Colonia Caroya, provincia de Córdoba, donde la vitivinicultura fue el motor de la economía local durante años. Precisamente allí, en el norte cordobés, fue donde comenzó su búsqueda para lograr una dieta más saludable. Investigó acerca de las propiedades y beneficios de la uva, advirtiendo que no existían en el mercado productos derivados disponibles. Fue entonces cuando decidió empezar a elaborar su propia harina de uva, lo que le permitió combinar su pasión con una solución saludable para su bienestar.

¿Cómo se elabora la harina de uva?
La harina de uva se elabora a partir del orujo, el residuo que queda después de la vinificación. Esta parte de la fruta, rica en antioxidantes, se deshidrata y luego se muele para crear el polvo fino que conocemos como harina de uva.
En la producción se utilizan diferentes variedades de uva, como Malbec, Cabernet, Tanat, y Syrah, obteniéndose una harina que contiene fibra, magnesio, hierro, ácidos grasos, omega 3 y 6. Es una excelente fuente de vitaminas y minerales, convirtiéndose en un complemento ideal para la dieta diaria.
Un “superalimento”, derivado de la uva
Entre los principales beneficios, Lorena destacó su alto contenido de antioxidantes, especialmente el resveratrol, un compuesto que tiene un potente efecto rejuvenecedor a nivel celular. Este antioxidante combate los radicales libres y ayuda a mantener las células más limpias y saludables. Además, es apta para quienes siguen dietas Keto, veganas o sin gluten, ya que es totalmente natural y libre de harinas procesadas.

¿Cómo se consume la harina de uva?
Lorena Londero asegura que puede consumirse a diario, y agrega que “la dosis recomendada es una cucharada sopera o dos cucharitas de té”, y que puede combinarse con platos dulces como salados, dado su sabor “muy particular, suavemente frutal y -dependiendo del varietal utilizado- ácido”.
La joven caroyense recomienda ingerirla diluida en jugo de frutas, licuados, ensaladas de fruta, e incluso incorporarla al mate. “También puede sumarse a una sopa, a una ensalada de hojas verdes, y hasta como saborizante para platos gourmet aportándoles colorido y nutrientes”.
En cuanto a los panificados, Lorena aporta un “toque distintivo”: sobre el total de la harina base de la receta a preparar, utiliza entre un 5% y un 20% de harina de uva. Es posible utilizarla para elaborar pastas, pizzas, salsas, budines, bizcochuelos.
Londero subraya que “la harina de uva no sólo es un superalimento, sino también una excelente opción para lucir cualquier receta, agregando un extra de nutrientes y sabor”. Con sus diferentes usos y propiedades, este producto innovador, es una opción saludable para quienes buscan mejorar su alimentación.
Últimas Noticias
Reducir riesgos en la cosecha: claves para evitar mezclas y preservar calidad
Reducir mezclas accidentales entre cultivos es clave para sostener la calidad y competitividad. Especialistas proponen buenas prácticas para disminuir riesgos en cosecha, transporte y almacenamiento
Genética en escena: una campaña perfecta para medir el potencial del trigo nacional
El ciclo 2025/26 reúne clima favorable, siembra récord y una red nacional de ensayos que permitirá observar a fondo el desempeño de las variedades desarrolladas por el INTA
Centeno en San Luis: una estrategia simple que frena la erosión en suelos frágiles
Un estudio mostró que el centeno como cultivo de servicio reduce drásticamente la erosión en zonas semiáridas y mejora la cobertura del suelo
Cuando el Delta vuelve a armar su propio bosque
En las islas del Paraná avanza un trabajo silencioso: sumar plantas nativas dentro de predios forestales y ganaderos para recuperar el monte blanco y sus beneficios productivos



