Una mujer identificada como Imelda, de treinta y cinco años, fue intervenida por agentes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) cuando intentaba ingresar sustancias ilícitas al penal de Puerto Maldonado, en la región de Madre de Dios. El suceso ocurrió durante el control rutinario de ingreso de visitas, instancia en la que el personal de seguridad notó un comportamiento sospechoso y marcado nerviosismo en la visitante.
Inspección exhaustiva ante actitud sospechosa
Durante el control inicial, los agentes del INPE observaron que la mujer evadía las preguntas y mostraba una actitud esquiva. Ante este comportamiento, dispusieron su traslado a una sala especial para realizar una inspección corporal más exhaustiva. Fue en ese ambiente donde se confirmó la presencia de objetos no permitidos.
Según la secuencia de hechos, la detenida intentó justificar su estado de alteración argumentando que había consumido bebidas alcohólicas. Al ser interrogada por agentes policiales sobre lo que portaba, Imelda respondió con evasivas: “He tomado mucho”, reiteró en varias ocasiones mientras era sometida a preguntas directas.

Hallazgo de marihuana y pastillas
Tras la detención, la mujer fue trasladada a un centro de salud cercano para la intervención médica correspondiente. El médico de turno procedió a extraer un total de 30 envoltorios de plástico, cuatro pastillas de color celeste y un paquete de aproximadamente doscientos gramos de marihuana que se encontraba escondido en sus partes íntimas. Todo el material decomisado quedó bajo custodia de las autoridades a la espera de las pericias técnicas.
Posteriormente, la ciudadana intervenida fue puesta bajo responsabilidad de la Unidad Especializada Antidrogas, donde se iniciaron las investigaciones para determinar el destino final de las sustancias e identificar posibles cómplices o redes implicadas en el intento de ingreso de estupefacientes al establecimiento penitenciario.
Controles estrictos para frenar el ingreso de drogas
El INPE ha reforzado en los últimos años su política de controles para impedir el ingreso de drogas y objetos prohibidos a los penales del país. De forma reciente, agentes del penal de Juanjuí, en la región San Martín, también intervinieron a un interno identificado como Rey Clayton Rodríguez Espinoza, quien intentó ocultar 42 ketes de pasta básica de cocaína en su prenda íntima.

Durante un operativo realizado en el pabellón dos de máxima seguridad, el personal de seguridad detectó la actitud nerviosa del recluso y, tras la revisión, halló una bolsa pequeña contenida en su ropa interior. De inmediato, el interno, quien cumple condena por delitos vinculados al tráfico ilícito de drogas, fue puesto a disposición del Ministerio Público y la Policía Nacional para las diligencias de ley. El Consejo Técnico Penitenciario del penal dispuso su traslado a un área especial mientras avanzan las investigaciones internas.
Trabajo del INPE
Voceros del INPE recordaron que estas medidas de control se enmarcan en la política institucional liderada por el presidente Iván Paredes Yataco, cuyo objetivo es aumentar la seguridad en los centros de reclusión e impedir que actividades delictivas puedan desarrollarse dentro de los establecimientos penitenciarios. Las inspecciones sorpresivas y la tecnología de detección se han convertido en herramientas esenciales para evitar la proliferación de sustancias prohibidas, proteger la integridad de los internos y contribuir con la seguridad ciudadana.
La intervención oportuna de las autoridades ha permitido frustrar el ingreso de drogas tanto a través de visitantes como de la propia población penitenciaria.



