
Nuevas técnicas quirúrgicas oftamológicas ofrecen una recuperación más rápida, aunque el acceso sigue dependiendo de la disponibilidad de tejidos. Promover el diálogo familiar y desmontar mitos resulta esencial para incrementar la donación.
En Perú, cientos de personas esperan recuperar la visión mediante un trasplante de córnea. Según la Dirección General de Donaciones, Trasplantes y Banco de Tejidos del Ministerio de Salud, 6.168 personas permanecen en lista de espera por un donante, de las cuales 5.421 necesitan específicamente un trasplante de córnea. Esta cifra refleja la alta demanda frente a la limitada cantidad de donantes.
La córnea, tejido transparente ubicado en la parte anterior del ojo, enfoca la luz para que la imagen llegue nítida a la retina. Cuando pierde transparencia, por enfermedades, infecciones, lesiones o degeneraciones, la visión se torna borrosa y puede llevar a la ceguera. En estos casos, el trasplante de córnea se presenta como la alternativa para restaurar la capacidad visual.

Proceso seguro y respetuoso
Entre los principales desafíos para acceder a un trasplante se encuentra la escasez de donantes. La decisión suele recaer en la familia, que a menudo desconoce si la persona manifestó en vida su voluntad de donar, o siente temor ante el procedimiento. “Se trata de un acto seguro y profundamente solidario”, explicó el Dr. Rubén Berrospi Rodríguez, especialista en córnea de Oftálmica Clínica de la Visión.
La córnea solo puede obtenerse de una persona fallecida. La extracción debe realizarse en un breve lapso tras el deceso, bajo condiciones estrictas de higiene, habitualmente en una morgue hospitalaria oficial. Es relevante señalar que el procedimiento no produce ningún tipo de mutilación ni afecta la dignidad del cuerpo.
Mitos que limitan decisiones
El Dr. Berrospi Rodríguez detalla las principales creencias incorrectas que dificultan la donación y el trasplante:

Mito 1: La donación desfigura el cuerpo.
La extracción de la córnea se efectúa de manera cuidadosa y respetuosa; no altera la apariencia del donante ni compromete la integridad del cuerpo.
Mito 2: Solo las personas jóvenes pueden donar.
La córnea puede donarse a diferentes edades, salvo excepciones específicas como en casos de donantes infantiles, adultos de edad avanzada o ante ciertas condiciones médicas.
Mito 3: Tener problemas visuales impide ser donante.
La posibilidad de donar depende principalmente de la causa de muerte y los antecedentes médicos. Incluso personas con determinados problemas visuales pueden tener córneas aptas para trasplante, evaluación que realiza el Banco de Ojos.
Mito 4: El trasplante es riesgoso o complejo.
Gracias a técnicas modernas, el procedimiento resulta ambulatorio, se realiza con anestesia local y supone una recuperación más rápida, beneficiando tanto al paciente como al especialista.

Avances quirúrgicos
El desarrollo de procedimientos como la DMEK (Queratoplastia de Membrana de Descemet y Endotelio) permite trasplantar únicamente la capa interna de la córnea, una membrana extremamente delgada. Esta técnica favorece un menor tiempo de recuperación, disminuye el riesgo de rechazo y ofrece mejores resultados visuales.
Aunque una persona exprese en vida su voluntad de donar, la familia tiene la decisión final. “Si algún miembro se opone, la donación no puede llevarse a cabo. Por eso, es fundamental hablarlo abiertamente y dejar clara la decisión en vida”, precisó el Dr. Berrospi Rodríguez.

Recuperar la visión restaura independencia, autonomía y dignidad. La donación de córnea transforma vidas y permite que la memoria del donante se prolongue a través de un acto de amor.



