
La palta, conocida como “el oro verde”del Perú, es una de las frutas más recomendadas para el consumo regular gracias a su aporte de grasas saludables, especialmente monoinsaturadas, que ayudan a proteger el corazón y mejorar el perfil lipídico. Tanto el Ministerio de Salud (Minsa) como el Seguro Social de Salud (EsSalud) destacan la importancia de priorizar grasas de origen vegetal, como las presentes en la palta, dentro de una alimentación equilibrada orientada a prevenir enfermedades cardiovasculares y mantener un peso saludable. Además, es un alimento versátil, fácil de combinar y nutritivo, lo que la convierte en una opción frecuente en los hogares peruanos.
Sin embargo, uno de los principales inconvenientes de la palta es que, una vez partida, se oxida con rapidez, adquiriendo un color oscuro que da la sensación de envejecimiento o deterioro. Este cambio no solo afecta su apariencia, sino también su sabor y textura. Por eso, muchas personas se preguntan cómo conservarla por más tiempo sin que pierda frescura. Afortunadamente, existen algunos trucos caseros sencillos y efectivos que ayudan a retrasar este proceso natural de pardeamiento y mantener la pulpa verde por más horas e incluso días.
Los mejores 3 trucos caseros para conservar las paltas

- Jugo de limón o lima para una protección ácida: el ácido cítrico del limón o la lima actúa como un antioxidante natural que ralentiza el oscurecimiento. Para aplicarlo correctamente, basta con rociar unas gotas sobre la superficie expuesta de la palta. Luego, se cubre con plástico adherente presionando ligeramente para que quede en contacto directo con la pulpa. Este método crea una barrera tanto química como física contra el aire, y es uno de los trucos más utilizados y efectivos. Además, el limón aporta un ligero toque fresco que combina muy bien con la palta si se va a usar en ensaladas o tostadas.
- Cebolla roja en un recipiente hermético: este truco funciona gracias a los compuestos azufrados que libera la cebolla. Solo necesitas colocar un par de trozos grandes de cebolla en el fondo de un recipiente hermético y, encima de ellos, la palta partida con el hueso aún dentro. Luego se guarda en el refrigerador. La cebolla ayuda a reducir la oxidación y mantiene la palta fresca por más tiempo sin alterar demasiado su sabor. Este método es ideal si planeas usar la palta en preparaciones saladas, ya que puede absorber un leve aroma que no afecta su calidad.
- Aceite de oliva como barrera protectora: el aceite de oliva forma una película aceitosa que evita el contacto directo del oxígeno con la pulpa. Para aplicarlo, se debe pincelar la superficie expuesta de la palta con una capa delgada de aceite y luego almacenarla en un envase hermético. Además de conservar su color, el aceite aporta suavidad y un sabor agradable, por lo que este truco es perfecto si luego la palta será parte de un aderezo o una ensalada. También ayuda a mantener la textura cremosa por más tiempo.
Beneficios de la palta para la salud

La palta es rica en grasas monoinsaturadas, que ayudan a reducir el colesterol LDL o “colesterol malo” y a proteger el sistema cardiovascular. Aporta potasio, un mineral clave para controlar la presión arterial; fibra, que mejora la digestión y regula el tránsito intestinal; y vitaminas como la E, K, C y varias del grupo B.
Estos nutrientes la convierten en un alimento ideal para personas que buscan mejorar su salud metabólica, aumentar su energía y mantener una alimentación basada en productos naturales. Además, su alto contenido de fibra genera mayor sensación de saciedad, lo que puede ayudar a evitar el picoteo excesivo y favorecer el control del peso.
¿Cuántas veces a la semana se recomienda comer palta?
Aunque no existe un número exacto establecido para todos, en general se recomienda consumir palta entre 3 y 5 veces por semana, siempre en raciones moderadas. Esta frecuencia permite aprovechar sus grasas saludables sin exceder las calorías diarias, especialmente si se combina con verduras frescas, panes integrales o proteínas magras. Lo ideal es incluirla como parte de un desayuno nutritivo, una ensalada balanceada o un acompañamiento saludable.



