
A poco del inicio de los Juegos Bolivarianos Ayacucho–Lima 2025, la Defensoría del Pueblo advirtió que la región Ayacucho no cuenta con reservas de hospedaje ni alimentación para las delegaciones deportivas que llegarán al país. El representante de la entidad en la región, Wilber Vega, señaló que el Instituto Peruano del Deporte (IPD) todavía no ha concretado la logística mínima indispensable para recibir a los atletas extranjeros. La preocupación se incrementa debido a que la región había sido designada sede de 11 disciplinas deportivas. Sin embargo, por la falta de infraestructura adecuada y avances insuficientes en las obras, Ayacucho solo podrá albergar cinco deportes: downhill, boxeo, taekwondo, kickboxing y wushu.
La Defensoría indicó que esta situación configura un riesgo para la correcta organización del evento, que requiere condiciones mínimas para garantizar la permanencia y preparación de más de 4.000 deportistas que participarán en los Juegos. A pesar de las alertas emitidas previamente, no se ha registrado un avance significativo en la contratación de servicios básicos para los equipos internacionales.

Infraestructura inconclusa y obras con retrasos
Vega informó que las instalaciones deportivas previstas para ser utilizadas —como el estadio Las Américas y el centro de recreación de Canaán Alto— no están culminadas al 100 %, pese a que algunas ya se encuentran operativas para eventos menores. Estas deficiencias ponen en duda la capacidad de Ayacucho para recibir competencias oficiales y cumplir con los estándares exigidos para un certamen internacional. Asimismo, se programó una inspección conjunta entre el Gobierno Regional y el IPD para evaluar el estado real de ambos recintos. La supervisión se centrará en aspectos como seguridad, accesibilidad, equipamiento deportivo y servicios complementarios.
Paralelamente, el consejero regional Julio Valdés Cárdenas señaló que el estadio Cuna de la Libertad —proyecto emblemático para estos juegos— no fue culminado y solo presenta un avance cercano al 20 %, lo que imposibilita la realización de múltiples disciplinas inicialmente programadas. Esta infraestructura, antes conocida como la ciudad de Cumaná, debía ser el principal punto de competencia en Ayacucho.

Falta de coordinación y cuestionamientos
En conversación con RPP, Valdés manifestó que han intentado reunirse con el gobernador Wilfredo Oscorima para obtener explicaciones sobre los retrasos y las denuncias relacionadas a la ejecución de las obras; sin embargo, la autoridad regional no asiste con regularidad a las sesiones del Consejo Regional. Según indicó, Oscorima pasa la mayor parte del tiempo en Lima, lo que dificulta la coordinación local para acelerar la entrega de los proyectos. El consejero también advirtió que la falta de transparencia y de comunicación está afectando la confianza en la gestión regional, especialmente en un contexto donde se requieren decisiones inmediatas para garantizar el desarrollo del evento.
A esto se suma un reciente informe de la Contraloría, difundido por el programa Punto Final, que señala que 15 funcionarios del Gobierno Regional de Ayacucho autorizaron la entrega irregular de S/ 92 millones al consorcio Deportivo Libertad. El monto fue entregado como adelanto para la adquisición de materiales destinados a la construcción del estadio Cuna de la Libertad, pese a que la obra presenta un progreso mínimo.

Hasta el momento, el gobernador Wilfredo Oscorima no ha brindado declaraciones respecto a las obras inconclusas ni sobre los hallazgos de la Contraloría. Tampoco lo han hecho otros representantes del Gobierno Regional, pese al inminente inicio de los Juegos. Los XX Juegos Bolivarianos Ayacucho–Lima 2025 se celebrarán del 22 de noviembre al 7 de diciembre, con 16 días de competencia que reunirán a deportistas de 17 países. Sin embargo, en Ayacucho persiste la incertidumbre sobre si las condiciones logísticas, operativas y de infraestructura estarán listas a tiempo para garantizar una competencia segura y adecuada.



