
La enfermedad renal crónica (ERC) es una de las patologías de mayor crecimiento en el país y avanza de forma silenciosa hasta etapas avanzadas. Según EsSalud, alrededor del 11% de los peruanos padece esta enfermedad, y gran parte de los casos podría prevenirse con hábitos saludables y controles médicos oportunos.
“El mayor reto es evitar que la enfermedad aparezca. Cuidar los riñones implica mantener hábitos sencillos y constantes, como controlar el peso, medir la presión arterial y evitar el consumo excesivo de sal o de analgésicos sin receta”, señaló el Dr. Giraldo Paredes Chávez, nefrólogo de la Clínica Stella Maris.

Factores de riesgo y tamizaje
Entre los principales factores de riesgo destacan la diabetes, la hipertensión arterial, el sobrepeso, el tabaquismo y los antecedentes familiares de enfermedad renal. La detección temprana mediante análisis de sangre y orina es fundamental para identificar el daño antes de que se vuelva irreversible.
Según el especialista, las personas con estas condiciones o mayores de 55 años deberían realizarse un tamizaje anual. En pacientes con diagnóstico previo o con deterioro moderado de la función renal, los controles deben efectuarse cada tres a seis meses, especialmente si presentan albuminuria o pérdida progresiva de la función renal.

Medidas para cuidar los riñones
El Dr. Paredes Chávez recomendó seguir hábitos saludables que ayudan a preservar la función renal. Entre las principales medidas destacan:
- Mantener una alimentación baja en sodio y proteínas animales.
- Controlar la presión arterial de manera regular.
- Evitar la automedicación con analgésicos u otros fármacos sin receta.
- Reducir el sedentarismo y mantenerse físicamente activo.
- Mantenerse bien hidratado para favorecer la salud de los riñones.
“Cuidar los riñones no requiere grandes cambios. Es cuestión de disciplina y atención a los signos de alerta para detectar la enfermedad en una etapa temprana”, concluyó el especialista.

Agua y alimentación: clave para la salud renal
El consumo adecuado de agua es fundamental para la salud de los riñones, ya que ayuda a eliminar desechos y toxinas del cuerpo a través de la orina, previene la formación de cálculos renales al diluir los minerales y asegura un flujo sanguíneo adecuado para su correcto funcionamiento. La deshidratación puede forzar a los riñones a trabajar en exceso, aumentando el riesgo de daño renal.
Mantener una buena salud renal también requiere alimentación que favorezca su funcionamiento y reduzca la carga de toxinas en el organismo. Entre los más beneficiosos se encuentran las frutas, como arándanos, manzanas y uvas, por su alto contenido antioxidante, y las verduras de hoja verde, como espinaca y col rizada, que aportan nutrientes esenciales.
Los pescados ricos en omega-3, como el salmón, ayudan a controlar la presión arterial, mientras que el agua pura, los cereales integrales y las legumbres favorecen la depuración del organismo. De manera complementaria, es fundamental reducir el consumo de sal, azúcar y alimentos ultraprocesados, ya que estos aumentan la carga de trabajo de los riñones y pueden contribuir a su deterioro con el tiempo.

10 hábitos para cuidar tus riñones
- Hidratación: beber 1,5 a 2 litros de agua diarios.
- Alimentación saludable: frutas, verduras, granos integrales y legumbres; reducir sal, azúcar y ultraprocesados.
- Control de presión arterial: medirla regularmente y seguir tratamiento si es necesario.
- Control de glucosa: vigilar niveles y seguir dieta adecuada.
- Peso saludable: mantenerlo mediante dieta y ejercicio.
- Ejercicio regular: 30 minutos diarios de actividad moderada.
- Evitar tabaco y alcohol en exceso: protegen los vasos renales y la presión arterial.
- No automedicarse: evitar analgésicos como ibuprofeno o paracetamol sin indicación.
- Controles médicos periódicos: creatinina, orina y presión arterial, especialmente si hay riesgo.
- Dormir y manejar el estrés: descanso adecuado y técnicas de relajación protegen los riñones.



