Un video donde integrantes de la banda criminal Los Gallegos amenazan y extorsionan conductores de la empresa de transporte Las Brisas en Los Olivos reactivó las alertas sobre la inseguridad en el transporte urbano de Lima. La grabación, publicada en redes sociales, muestra cómo los extorsionadores despliegan armas e intimidan al conductor de una combi que cubre la ruta Comas-Callao. En ese documento visual, uno de los sujetos advierte a los choferes sobre represalias si no entregan diez soles diarios.
La amenaza grabada: evidencia y mensaje a conductores
La filmación difundida presenta a miembros de Los Gallegos aproximándose al vehículo de la empresa Las Brisas. Se escucha una voz que afirma: “Es el hampa de Los Gallegos”, repitiendo la frase como una marca de autoría. Acto seguido, un arma es visible ante la cámara, y el agresor anuncia: “Vamos a ir combi por combi. Ya los tenemos a todos ubicados. Es el hampa de Los Gallegos”.
En paralelo al video, los conductores de la línea han recibido mensajes por canales de mensajería en los que los extorsionadores amenazan directamente con represalias, advirtiendo: “Hola, manito. Ya tenemos chequeada tu placa, tu casa y hasta dónde comes. Van a empezar a dejar una propina de diez soles diarios. Ya estás avisado. Te daré la cuenta. Espero colabores para todas Las Brisas”. Este método, consistente en el uso de armas, video y mensajes directos, busca imponer el pago a cambio de seguridad y libertad de trabajo.
Impacto en los trabajadores y respuesta limitada de la empresa
Los conductores de Las Brisas han expresado preocupación, aunque continúan prestando servicio en las calles. Uno de los choferes manifestó a 24 Horas Noticias: “Con cuidado siempre, ¿no? Por lo que ha sucedido hoy día en la mañana, ¿no? No nos ha comunicado nada la empresa todavía. Nosotros que trabajemos tranquilos, nomás”.

Otra declaración recogida entre el personal afirma: “No nos han comunicado nada, la empresa todavía no comunica nada. Y seguimos trabajando normal”. Los conductores describen que han activado medidas básicas de autoprotección, como vigilar constantemente los espejos y observar atentamente cualquier moto que se acerca, pero reconocen sentirse expuestos y sin respaldo formal.
Pasajeros, entre el miedo y la resignación
El temor no solo afecta a los trabajadores. Los usuarios del transporte también han compartido su inquietud ante la ola de extorsiones. Una pasajera relató: “Sí, hay mucha extorsión acá y encima, este, por ejemplo, hay colectiveros también, que has visto. Todos ellos también extorsionan y a veces con miedo no salen”.
Otra madre explicó: “A veces salgo con mis hijos, ahora ya no salgo mucho tampoco con ellos, yo salgo sola”. El miedo a posibles ataques, sumado a la carencia de garantías, obliga a muchos usuarios a modificar sus rutinas diarias.

Transporte cotidiano, sin protección ni soluciones
Hasta ahora, lo único estable es la rutina de trabajo de choferes y cobradores de Las Brisas, quienes siguen operando pese a las amenazas y la falta de acciones protectoras por parte de la empresa. Las denuncias de los afectados no han derivado en cambios sustanciales, y la sensación de vulnerabilidad afecta tanto al personal como a los pasajeros.
Mientras el video continúa viralizándose, la exposición pública del caso no se ha traducido en una mayor seguridad para los trabajadores del transporte en Lima. La extorsión diaria, la intimidación armada y el vacío de respuesta configuran un escenario en el que la vida diaria se sostiene bajo la sombra de la violencia.



