
Desde Estados Unidos, María Isabel Guevara solicitó apoyo urgente a las autoridades peruanas y empresas privadas para obtener pasajes aéreos que le permitan regresar a Lima junto a sus hijos gemelos de dieciocho años, ambos diagnosticados con cáncer. Según informó RPP, la familia peruana enfrenta la fecha inminente de expiración de su periodo de permanencia en territorio estadounidense, que concluye este domingo 21 de septiembre, mientras los jóvenes continúan con su tratamiento médico.
La madre explicó que, tras recibir ayuda de la aerolínea Latam para cubrir el tramo Atlanta-Lima, todavía requiere boletos para los trayectos Rochester-Minneapolis y Minneapolis-Atlanta.
“Estoy un poco desesperada porque necesito regresar al Perú. Todo lo que hemos avanzado acá tiene que parar porque mi tiempo de permanencia en Estados Unidos termina el día sábado y debo regresar porque si no me van a castigar al no cumplir con la norma”, expresó para el citado medio.

Tratamiento prolongado y desafíos familiares
El tratamiento en el extranjero, extendido durante seis meses, implicó la amputación de la pierna derecha de Walter, estudiante de la Universidad Nacional de Ingeniería, mientras que a José le detectaron dos tumores en la pierna derecha. El objetivo de María Isabel Guevara es posibilitar que Walter retome sus estudios de arquitectura y que José acceda a atención médica especializada.
En julio del año pasado, la madre ya había solicitado ayuda para trasladar a sus hijos al Mayo Clínic de Rochester, Minnesota, un centro especializado en cánceres poco frecuentes.

Detalles del caso
Walter y José Guevara, gemelos de 18 años originarios de Chiclayo, enfrentan una dura batalla contra el cáncer tras ser diagnosticados con tumores en sus piernas. En marzo de este año, su madre, María Ysabel, los llevó a Estados Unidos en busca de atención especializada en la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota, luego de obtener visas humanitarias. Desde entonces, los jóvenes han recibido un tratamiento complejo que incluye cirugías y evaluaciones médicas, en medio de un proceso cargado de incertidumbre y dificultades.
El caso de los hermanos se remonta a 2021, cuando Walter comenzó a sentir dolores intensos en la pierna mientras jugaba con sus hermanos. Los médicos del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) confirmaron un tipo de cáncer poco común de tejidos blandos. Poco después, los especialistas también detectaron tumores en la pierna derecha de José. La gravedad del diagnóstico y las limitaciones del sistema de salud peruano llevaron a su madre a tomar la decisión de buscar tratamiento en el extranjero.

La travesía no fue sencilla. María Ysabel, madre soltera de cinco hijos, enfrentó una primera negativa en la solicitud de visa y carecía de dominio del inglés y de recursos económicos suficientes. Sin embargo, insistió en el proceso, ahorró lo necesario y finalmente logró viajar junto a sus gemelos. En Estados Unidos, Walter fue sometido a la amputación de su pierna derecha, mientras que José permanece bajo observación y tratamiento por la presencia de tumores.
Actualmente, la familia atraviesa una nueva dificultad: el vencimiento del periodo de permanencia en Estados Unidos el próximo 21 de septiembre. La madre ha solicitado ayuda a autoridades y empresas privadas para conseguir los pasajes que permitan el retorno desde Rochester hasta Atlanta, donde ya cuentan con vuelos confirmados hacia Lima gracias al apoyo de Latam Airlines. Su objetivo, asegura, es que sus hijos continúen con sus estudios y tratamientos en el Perú, sin perder la esperanza en medio de esta difícil lucha.

Lejos y cerca a la vez
El permiso humanitario otorgado por las autoridades migratorias de Estados Unidos permitió a Walter y José Guevara permanecer seis meses en Minnesota, donde reciben atención médica especializada. Mientras ellos continúan con las citas en la Clínica Mayo, tres de sus hermanos permanecen en Perú. Su madre, María Ysabel, asegura que su mayor deseo es tener la tranquilidad de haberlo intentado todo, con la esperanza de que los tratamientos puedan marcar una diferencia en la vida de ambos jóvenes. Además, considera que el caso de los gemelos podría aportar a la investigación médica por la evolución paralela de su enfermedad.
En medio de la incertidumbre, los hermanos se mantienen unidos y fortalecidos. José, quien cursaba estudios de medicina en el Perú, decidió dejarlos para convertirse en el principal apoyo y cuidador de Walter. Juntos acuden a sus citas médicas, buscan distraerse jugando vóley en el patio y mantienen contacto permanente con su familia en Chiclayo, aferrándose a la fe y a la esperanza mientras esperan una segunda opinión médica.