
Un reciente análisis reveló que ocho de cada diez productos infantiles procesados vendidos en Lima presentan exceso de azúcar y altos niveles de grasas saturadas. La investigación incluyó fórmulas lácteas, cereales y purés destinados a bebés y niños menores de tres años.
El estudio fue desarrollado por el Instituto Nacional de Salud (INS), el Ministerio de Salud (Minsa) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). En total se evaluaron 64 productos, de los cuales el 74,5 % fueron clasificados como “altos en azúcar” de acuerdo con la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable (Ley 30021). Asimismo, ocho de cada diez artículos superaban los estándares internacionales establecidos por la Organización Panamericana de la Salud.
La finalidad de la investigación fue comprobar si los alimentos infantiles que se comercializan en el Perú cumplen con la normativa nacional y las recomendaciones internacionales sobre nutrición en la primera infancia. Los resultados encendieron las alertas de las autoridades sanitarias sobre los riesgos de consumir estos productos de manera frecuente.

“Hemos encontrado que en la mayoría de los productos analizados existe un exceso de azúcar. Entonces, lo que le estamos dando a un bebé recién nacido con las fórmulas es una tremenda bomba de azúcar”, dijo la nutricionista del INS y una de las investigadoras del estudio, Patricia Velarde, a la Agencia Andina.
Encuentran grasas saturadas y sodio en productos infantiles
La investigación encontró que los 64 productos analizados, entre los que se incluyen 39 fórmulas infantiles, 13 cereales y 12 purés, contenían altos niveles de azúcar, grasas saturadas y, en algunos casos, sodio. Tres de cada cuatro artículos superaban los parámetros nacionales y ocho de cada diez sobrepasaban los estándares internacionales.
Si bien el sodio no fue tan elevado en la mayoría de los productos, algunos cereales mostraron concentraciones superiores a lo recomendado para niños pequeños. El estudio también detectó la presencia de grasas trans y saturadas, las cuales se asocian con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles a lo largo de la vida.

Los investigadores advirtieron que el consumo prolongado de alimentos con exceso de azúcar, grasas poco saludables y sodio podría aumentar la predisposición de los menores a enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión y obesidad.
Fórmulas contienen edulcorantes poniendo en riesgo a los niños
Otro hallazgo relevante fue la presencia de edulcorantes en dos fórmulas infantiles analizadas. Según la especialista, estos aditivos pueden afectar la microbiota intestinal del niño, generando consecuencias negativas para su salud en el corto y largo plazo.
El Minsa recordó que la recomendación oficial es la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de vida y, posteriormente, su continuidad hasta los dos años o más. Este hábito está directamente vinculado con una mejor nutrición, fortalecimiento del sistema inmunológico y prevención de enfermedades futuras.

La especialista también señaló que, incluso en casos en que la madre haya recurrido a fórmulas, es posible retomar la lactancia materna con el apoyo de profesionales de salud mediante un proceso de relactación. De esta manera, el niño no pierde el acceso al alimento más seguro y nutritivo en sus primeros años de vida.
“Todo es posible, siempre que la madre acuda a un establecimiento de salud. Incluso cuando ya se ha empezado con fórmulas, se puede realizar una relactación, es decir, volver a producir leche materna”, sostuvo.
Las autoridades recalcaron la necesidad de realizar campañas educativas para orientar a las familias sobre la importancia de la lactancia materna y la elección informada de productos infantiles.
Minsa alerta sobre exceso de peso en niños
Los expertos explicaron que el consumo de alimentos con demasiado azúcar en los primeros años de vida acostumbra a los niños a sabores intensamente dulces. Esto eleva la probabilidad de desarrollar obesidad, hipertensión y otras enfermedades crónicas no transmisibles en la edad adulta.
De acuerdo con cifras del Minsa, uno de cada diez niños peruanos menores de cinco años ya presenta exceso de peso, una tendencia que se ha duplicado en los últimos 15 años. Unicef alertó que, de no tomarse medidas urgentes, esta situación podría agravarse en los próximos años y afectar la salud de miles de menores.

Entre las recomendaciones del estudio se encuentra mejorar el etiquetado de los productos infantiles, regular la publicidad dirigida a padres y madres, promover la lactancia materna exclusiva y fomentar una alimentación balanceada en la niñez temprana, siguiendo las Guías Alimentarias para la población peruana.
El Minsa y Unicef coincidieron en que la primera infancia es un periodo crucial para establecer hábitos de alimentación saludables. Garantizar que los productos que llegan a los bebés cumplan con estándares adecuados es clave para prevenir enfermedades y asegurar un mejor desarrollo físico y cognitivo en la niñez.