
La práctica regular de ejercicio físico es fundamental para mantener una buena salud. Según el Ministerio de Salud (Minsa) y el Seguro Social de Salud (EsSalud), la actividad física ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, controlar el peso, fortalecer músculos y huesos, así como mejorar la salud mental al reducir los niveles de ansiedad y depresión. Por ello, los especialistas recomiendan realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana.
Sin embargo, cuando se habla de entrenamiento, es común escuchar la diferencia entre ejercicios para el tren superior y el tren inferior. Aunque estos términos se utilizan con frecuencia, muchas personas no tienen claro a qué se refieren y por qué es importante diferenciarlos. Conocerlos ayuda a organizar mejor las rutinas de entrenamiento y evitar desequilibrios musculares que pueden derivar en lesiones.
¿Qué es el tren superior?
El tren superior comprende todos los músculos ubicados en la parte superior del cuerpo, es decir, desde la cintura hacia arriba. Esto incluye:
- Hombros (deltoides)
- Pecho (pectorales)
- Espalda (dorsales, trapecios, romboides)
- Brazos (bíceps, tríceps, antebrazos)
- Abdomen (recto abdominal, oblicuos y transverso)
El trabajo del tren superior no solo se asocia a la fuerza y a la estética, sino también a la funcionalidad. Un tren superior fuerte permite mejorar la postura, facilitar tareas diarias como cargar peso o empujar objetos y proteger la zona cervical y lumbar.
¿Qué es el tren inferior?

El tren inferior se refiere a todos los músculos que se encuentran desde la cintura hacia abajo. Estos incluyen:
- Glúteos (mayor, medio y menor)
- Piernas (cuádriceps, isquiotibiales, gemelos)
- Cadera y aductores
Entrenar el tren inferior es clave para la movilidad, el equilibrio y la fuerza general del cuerpo. Además, fortalece las articulaciones de rodillas, tobillos y caderas, lo cual es esencial para prevenir lesiones en actividades cotidianas y deportivas. También contribuye a mejorar la circulación y aumentar el gasto calórico, ya que involucra los músculos más grandes del cuerpo.
Diferencia entre tren superior y tren inferior
La diferencia entre tren superior y tren inferior radica en los grupos musculares trabajados y las funciones que cumplen.
- El tren superior está enfocado en los músculos que intervienen en acciones como empujar, jalar, levantar o estabilizar la parte alta del cuerpo.
- El tren inferior trabaja los músculos que permiten caminar, correr, saltar y mantener la estabilidad postural.
Ambos son complementarios: un entrenamiento equilibrado debe considerar tanto el tren superior como el inferior, ya que descuidar uno de los dos puede generar descompensaciones musculares, dolores articulares o una postura inadecuada.
Los mejores ejercicios para el tren superior e inferior

Para organizar una rutina efectiva, es útil conocer cuáles son los ejercicios más recomendados para cada parte del cuerpo.
Ejercicios para el tren superior
- Flexiones de pecho (push-ups): fortalecen pectorales, tríceps y hombros.
- Dominadas (pull-ups): trabajan la espalda y bíceps.
- Fondos en paralelas: ideales para tríceps y pectorales.
- Plancha abdominal: activa abdomen, hombros y espalda.
- Press militar con mancuernas: enfocado en los deltoides.
Estos ejercicios pueden realizarse con peso corporal o con implementos como mancuernas, bandas elásticas o barras.
Ejercicios para el tren inferior
- Sentadillas (squats): activan glúteos, cuádriceps y core.
- Zancadas (lunges): trabajan glúteos, cuádriceps e isquiotibiales.
- Peso muerto: fortalece la cadena posterior (glúteos, isquiotibiales, espalda baja).
- Elevación de talones (calf raises): enfocada en los gemelos.
- Puente de glúteo: activa glúteos y zona lumbar.
La clave está en variar los ejercicios, aumentar progresivamente la intensidad y mantener una buena técnica para evitar lesiones.
Para obtener resultados equilibrados, los especialistas recomiendan entrenar el tren superior y el tren inferior entre 2 y 3 veces por semana cada uno, dejando al menos un día de descanso entre sesiones del mismo grupo muscular. Esta distribución favorece la fuerza, la resistencia y la prevención de lesiones. Una rutina puede organizarse alternando días de tren superior e inferior o combinándolos en una misma sesión, dependiendo de los objetivos. Lo importante es mantener la regularidad, progresar de forma gradual y acompañar el ejercicio con buena alimentación y descanso adecuado.



