Las carreras clandestinas de vehículos en la avenida Canta Callao, en el distrito de San Martín de Porres, mantienen en vilo a los vecinos de Lima Norte por la falta de intervención sostenida de la Policía Nacional del Perú (PNP). Decenas de autos, combis y asistentes se reúnen de manera habitual en esta vía para disputar piques ilegales, mientras la respuesta de las autoridades se limita a algunas dispersiones momentáneas sin que se apliquen sanciones efectivas.
Avenida Canta Callao: epicentro de competencias ilegales
Desde la medianoche hasta la madrugada, la avenida Canta Callao se transforma en el escenario principal de estas competencias prohibidas. Más de cincuenta vehículos, entre ellos autos de alta gama y otros tuneados, se congregan en grupos organizados. Vuelven cada semana y utilizan redes sociales, como TikTok, para transmitir en vivo los desafíos, donde sobresalen el estruendo de los motores y la música a volumen alto. Los piques en la vía pública ocurren ante la presencia de docenas de espectadores, quienes se ubican en la berma central y los extremos de la pista alentando a los conductores.

Impacto en la vida de los vecinos
Los residentes de San Martín de Porres y alrededores manifiestan malestar por el ruido constante durante la madrugada, así como por los riesgos de accidentes. Las marcas circulares en el asfalto revelan las maniobras peligrosas de los vehículos, lo que añade preocupación para quienes transitan por la zona. Un vecino relató a Latina Noticias: “Estamos cansados porque llamamos siempre a las autoridades y solo dispersan a los piqueros, nunca sancionan ni controlan realmente la situación.”
En ocasiones, quienes intentan pedir que cesen las actividades ilegales reciben respuestas agresivas. La congestión y la ocupación total de la avenida también han generado impedimentos para atender casos de emergencia en la zona.

Sanciones y legislación vigente
La legislación peruana cataloga las carreras en la vía pública como una infracción muy grave. Participar u organizar carreras clandestinas puede conllevar sanciones penales y administrativas, como la suspensión de la licencia de conducir y multas superiores a los 4.600 soles (unos 1.200 dólares). Sin embargo, la aplicación real de estas penalidades en la avenida Canta Callao parece ausente, según el testimonio de los afectados.
El escenario persiste pese a la visibilidad pública y a las denuncias recurrentes. Las imágenes compartidas y las transmisiones en directo reflejan la normalización de una actividad ilícita que cada semana pone en riesgo la vida de conductores, espectadores y vecinos.