¿Dios no proveerá?: conoce cómo manejar tus ahorros ante compras compulsivas y gastos hormiga

La especialista Isabel Sánchez Jugo explicó en que más del 80% de las compras son emocionales y compartió técnicas simples para frenar impulsos y gastos innecesarios

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La especialista en finanzas personales Isabel Sánchez Jugo brindó en una reciente entrevista en RPP, una serie de recomendaciones para enfrentar las compras compulsivas y los llamados “gastos hormiga”, dos prácticas que afectan directamente el ahorro de las familias peruanas. Según explicó, más del 80% de las decisiones de consumo están guiadas por la emoción y no por la razón, lo que hace indispensable incorporar hábitos de reflexión antes de gastar.

Sánchez Jugo remarcó que la clave para frenar este tipo de conductas es diferenciar entre necesidad y deseo. “Siempre antes de una compra tenemos que darnos un espacio para pensar. La técnica es simple: contar hasta tres y preguntarse si realmente se necesita el producto. Muchas veces creemos que tenemos hambre o que necesitamos un nuevo color de ropa, pero en realidad es solo un impulso”, señaló la experta.

Compras compulsivas y exposición a la tentación

Las compras impulsivas, de acuerdo con la especialista, se ven potenciadas por el acceso a plataformas digitales y aplicaciones que constantemente envían notificaciones y mensajes publicitarios para captar la atención del consumidor.

“El 85% de nuestras compras son emocionales. Si esperas a que baje la emoción, probablemente ya no compres. Por eso es fundamental alejarse de la tentación, desactivar alertas o incluso eliminar apps que fomentan estos impulsos”, recomendó en RPP.

Asimismo, advirtió que uno de los principales riesgos está en la repetición de pequeños gastos innecesarios que, aunque parezcan mínimos, terminan sumando montos considerables a fin de mes. Este tipo de consumo se conoce como “gastos hormiga” y abarca desde snacks y dulces hasta compras recurrentes por aplicaciones de delivery o promociones en línea.

Planificación de gastos y ahorro programado

Para enfrentar estos hábitos, Sánchez Jugo aconsejó incorporar una planificación sencilla de ingresos y egresos. No se trata, dijo, de elaborar un análisis financiero complejo, sino de asignar un porcentaje fijo para el ahorro y otro para los gastos variables. “El ahorro no es lo que me sobra porque, seamos sinceros, nunca nos va a sobrar la plata. Siempre encontraremos en qué gastar. El ahorro se programa”, subrayó para RPP.

En esa línea, también recomendó limitar el número de tarjetas de crédito para reducir la exposición al endeudamiento y optar por alternativas como cuentas de ahorro a plazo fijo. De este modo, se logra blindar una parte de los ingresos y evitar que se destinen a compras innecesarias o a cubrir deudas generadas por consumos impulsivos.

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Ahorros, dinero, plata guardada, recursos, savings (Imagen Ilustrativa Infobae)

Casos reales: consultas de los oyentes

Durante el programa de RPP, varios oyentes compartieron sus experiencias con las compras compulsivas. Rocío, desde Magdalena, confesó su tendencia a adquirir ropa que no necesita. La especialista le sugirió aplicar la técnica de la pausa y preguntarse si realmente requiere la prenda antes de pasar por caja.

Por su parte, Luis, de La Molina, reconoció que gasta con frecuencia en dulces y snacks. Frente a ello, Sánchez Jugo aconsejó enfrentar los “gastos hormiga” adquiriendo productos en mayores cantidades en lugares más económicos y evitando la compra por impulso en bodegas o tiendas de conveniencia.

ARCHIVO - Un rápido control
ARCHIVO - Un rápido control de lo que todavía tenemos en la nevera y las alacenas evita la compra innecesaria de alimentos. Foto: Christin Klose/dpa

Educación financiera y autocontrol

Finalmente, Javier, oyente de Huánuco, consultó sobre las técnicas de mercadotecnia utilizadas para inducir al consumo. Sánchez Jugo explicó que estas estrategias buscan manipular las emociones del comprador, pero insistió en que el autocontrol y la educación financiera son las mejores defensas.

“La educación financiera no tiene que ser un tema lejano ni complejo. Son decisiones cotidianas que marcan la diferencia: pausar antes de comprar, organizar el presupuesto, limitar el uso de crédito y programar el ahorro. Eso es lo que realmente permite manejar mejor el dinero y no depender de la idea de que ‘Dios proveerá’ para cubrir nuestros gastos”, concluyó la especialista para el citado medio.