La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) modificó la obligatoriedad del seguro de desgravamen en determinados créditos, una medida que entró en vigencia el 9 de septiembre y que ha generado dudas entre los usuarios del sistema financiero. La principal inquietud en la población surgió en torno a si los familiares heredan o no las deudas tras el fallecimiento del titular.
Según explicó Jorge Carrillo Acosta, experto en finanzas y docente de la Pacífico Business School, durante una entrevista con Canal N, no siempre los deudos deben asumir los créditos de una persona fallecida. “La confusión nació en redes sociales, donde se afirmó que los herederos estaban obligados automáticamente a responder por las deudas. Eso no es correcto”, aclaró.

¿Qué pasa con las deudas tras el fallecimiento de un titular?
Carrillo precisó que la ley establece que los familiares solo responden por las obligaciones financieras cuando han aceptado formalmente la herencia o cuando existen bienes compartidos bajo regímenes patrimoniales específicos, como la sociedad de gananciales en un matrimonio. En caso contrario, las deudas no se transfieren y, en sus palabras, “la deuda muere con el deudor”.
De esta manera, el especialista subrayó que la eliminación de la obligatoriedad del seguro de desgravamen no implica que todas las familias deban preocuparse por heredar deudas. Más bien, la decisión abre un abanico de opciones para que los usuarios escojan entre contratar un crédito con seguro o sin él, según su perfil y necesidades.

Cambios en el seguro de desgravamen
Con la nueva disposición de la SBS, el seguro de desgravamen deja de ser obligatorio en la mayoría de productos financieros, con excepción de los créditos hipotecarios. Ahora, las entidades están obligadas a ofrecer dos alternativas al cliente: un crédito con seguro y otro sin seguro, cada uno con condiciones diferenciadas.
Carrillo explicó que esta modificación responde a un esfuerzo de las autoridades por dar mayor transparencia al sistema financiero, ya que muchos usuarios no eran plenamente conscientes del costo que representaba este seguro dentro de sus cuotas mensuales. “La norma busca que el cliente tenga la libertad de elegir y, al mismo tiempo, conozca con claridad las implicancias de su decisión”, indicó.

Riesgos de optar por créditos sin seguro
El experto advirtió, sin embargo, que elegir un crédito sin seguro puede traer consecuencias. Entre ellas, tasas de interés más altas, plazos más cortos o incluso limitaciones para acceder a ciertos productos. Esto se debe a que el banco asume un mayor riesgo cuando no cuenta con un respaldo que cubra el saldo de la deuda en caso de fallecimiento del titular.
En esa línea, Carrillo enfatizó que el seguro de desgravamen continúa siendo una herramienta de protección valiosa tanto para las entidades financieras como para las familias. “Lo más sano sería tomar el crédito con el seguro, porque protege a tu familia y te da tranquilidad”, subrayó.

Riesgos y recomendaciones para los usuarios
Uno de los grupos más expuestos a las nuevas reglas serían los adultos mayores y los trabajadores informales, quienes podrían enfrentar mayores restricciones si deciden solicitar un crédito sin seguro. En muchos casos, las entidades podrían elevar las tasas o directamente negar la solicitud, lo que podría limitar aún más el acceso a financiamiento en sectores vulnerables.
Ante este escenario, Carrillo recomendó a los usuarios realizar un análisis costo-beneficio antes de renunciar al seguro de desgravamen. También sugirió revisar detalladamente las condiciones de cada producto financiero, dado que contar con el seguro suele facilitar mejores condiciones de tasas, plazos e incluso acceso a promociones o campañas especiales ofrecidas por las entidades.

Finalmente, el especialista recordó que esta norma busca fomentar la educación financiera en el país. Al ofrecer al cliente las dos alternativas —con seguro y sin seguro—, el mercado se vuelve más transparente y obliga a las personas a evaluar con mayor criterio la conveniencia de sus decisiones. “La educación financiera será clave para que los peruanos no solo comparen precios, sino que también comprendan el nivel de riesgo que asumen y cómo pueden proteger a sus familias de contingencias económicas”, concluyó Carrillo.



