
La inseguridad ciudadana se agrava en el Perú y el crimen organizado avanza sin freno. Según cifras oficiales del Sistema Informático Nacional de Defunciones (SINADEF), hasta inicios de agosto de este año se han registrado 1.293 homicidios en todo el país, un dato que refleja la magnitud del problema.
En diálogo con RPP, el general en retiro José Tisoc Lindley, exdirector general de la Policía Nacional del Perú (PNP), advirtió que la criminalidad se encuentra en una “etapa extremadamente crítica” y que las autoridades aún no logran articular una respuesta efectiva.

Falta de coordinación
El general (r) Tisoc sostuvo que la raíz del problema está en la falta de coordinación entre las instituciones encargadas de la seguridad y la justicia, como la Policía, el Ministerio Público, el Poder Judicial y el INPE. Según explicó, cada organismo actúa de manera aislada y busca mantener su propia hegemonía, lo que dificulta una acción conjunta frente al crimen organizado.
“Los delitos han subido a niveles exponenciales y no hay una razón organizada que pueda contener este punto tan álgido en el que está la delincuencia. Los operadores de justicia no están actuando coordinadamente porque cada uno quiere gozar de hegemonía. Eso debe cambiar”, afirmó para RPP.
Ante esta situación, propuso la creación de una ley de operadores de justicia que reconozca formalmente el rol de policías, jueces, fiscales y agentes penitenciarios, otorgándoles mayor autoridad y obligándolos a trabajar de manera articulada en beneficio de los ciudadanos.

Central C5 en Lima
Como parte de las soluciones, el exdirector de la PNP planteó que Lima debe contar con una central C5 (Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano), donde se integren y coordinen todos los servicios de emergencia.
“La Policía no puede seguir actuando a ciegas, como jugando ajedrez con los ojos vendados. Lima debió tener un C5 hace 15 o 20 años. Ahí deberían confluir bomberos, ambulancias, servicios de electricidad, agua, serenazgo y, por supuesto, la Policía. Solo así se puede dar una respuesta rápida y eficiente”, advirtió.

Policía única por distrito
Otro de los puntos que destacó Tisoc es la necesidad de reorganizar la estructura policial en la capital. A su juicio, la existencia de 140 comisarías y 28 divisiones de investigación criminal en los 43 distritos de Lima solo provoca la dispersión de recursos y limita la capacidad operativa.
Por ello, propuso implementar el modelo de “policía única por distrito”, que concentre en una sola comisaría todas las funciones policiales, desde investigación criminal hasta tránsito y familia. Además, sugirió que este sistema sea complementado con patrullaje móvil y comisarías itinerantes en zonas de gran extensión, como San Juan de Lurigancho.
Equipos especial y régimen penitenciario
En cuanto al accionar contra el crimen organizado, el exdirector de la PNP subrayó la urgencia de crear equipos especiales de intervención civil para enfrentar a las bandas que cometen atentados contra transportistas y comerciantes. “La inteligencia es clave. Se necesita planificación, seguimiento y reacción inmediata para frenar este tipo de actividades delictivas”, remarcó para el citado medio.
Del mismo modo, consideró que la política penitenciaria debe endurecerse, con una clasificación estricta de reclusos según su peligrosidad y limitando privilegios como visitas frecuentes o acceso a comunicaciones ilimitadas. “Si los presos pueden recibir visitas todos los días y hablar libremente por teléfono, ¿cuál es la diferencia entre estar en la calle y estar en prisión? La sanción debe sentirse para que haya verdadera reforma”, puntualizó.

Finalmente, el general en retiro insistió en que el Perú requiere una reforma profunda y coordinada en materia de seguridad. “La delincuencia no da tregua y no podemos esperar más. O tomamos decisiones firmes ahora o la criminalidad seguirá ganando terreno”, concluyó.