Presidenta de ollas comunes responde a Rafael López Aliaga: “No vamos a permitir que nos insulten y denigren”

La polémica comenzó cuando Ramos y otros líderes de ollas comunes de San Juan de Lurigancho denunciaron que la sangre de pollo entregada por la gestión municipal presentaba un fuerte olor y no se encontraba en condiciones aptas para el consumo humano

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Presidenta de ollas comunes responde a Rafael López Aliaga: “No vamos a permitir que nos insulten y denigren” - Exitosa Noticias

La controversia surgida tras las declaraciones del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, dirigidas a las dirigentes de las ollas comunes, generó un firme rechazo de parte de Abilia Ramos, presidenta de las ollas comunes de San Juan de Lurigancho y vicepresidenta de la red de Lima Metropolitana. Los comentarios ocurrieron luego de que las representantes denunciaran la distribución de sangre de pollo en mal estado a estos espacios de ayuda comunitaria.

La polémica comenzó cuando Ramos y otros líderes de ollas comunes de San Juan de Lurigancho denunciaron que la sangre de pollo entregada por la gestión municipal presentaba un fuerte olor y no se encontraba en condiciones aptas para el consumo humano. Ramos explicó que la denuncia respondió al deber de salvaguardar la salud de las personas beneficiarias y resaltó que se utilizó dinero público para la adquisición de este producto. Según la dirigente, si no se hubiera alertado sobre este hecho, la sangre de pollo habría seguido repartiéndose en otras zonas de Lima.

“A las ollas comunes llegaron las citas en condiciones inaceptables. Yo no milito en ningún partido político. Trabajo, no le he robado a nadie y tampoco voy a permitir que una autoridad nos insulte o denigre como mujeres”, afirmó Ramos a Exitosa Noticias.

Presidenta de ollas comunes responde
Presidenta de ollas comunes responde a Rafael López Aliaga: “No vamos a permitir que nos insulten y denigren”

Respuesta al alcalde

Tras la denuncia pública, el alcalde Rafael López Aliaga reaccionó señalando que las dirigentas son “de izquierda, mentirosas, ladronas y asesinas”. La presidenta de las ollas comunes rechazó las descalificaciones y exigió respeto. “No vamos a permitir que se nos adjetive ni que se nos insulte. Lo único que hemos hecho es denunciar para que se respete el derecho a la alimentación digna”, expresó Ramos.

Enfatizó que su labor no responde a intereses políticos, sino a la necesidad de garantizar una nutrición adecuada a quienes más lo necesitan. “Cuando las autoridades reparten alimentos en mal estado y uno reclama, la respuesta es el insulto. No tengo miedo porque no le debo nada a nadie. Si el alcalde cree que la sangre de pollo está en buen estado, lo invito a que la cocine y se la coma él mismo”, propuso la dirigente.

Contexto de las ollas comunes y el rol de sus dirigentes

Las ollas comunes surgieron en Lima como una respuesta autogestionada ante la crisis alimentaria. Las líderes de estos espacios han asumido la gestión y denuncia de problemáticas asociadas a la asistencia alimentaria. Ramos recordó que las mujeres encargadas de las ollas comunes “han dado la cara desde el inicio”. Remarcó que no buscan confrontaciones políticas, sino la atención de la autoridad municipal para la mejora de la ayuda alimentaria.

“Nosotros hacemos política con el derecho a la alimentación, no con partidos. Hemos impulsado proyectos de ley y mostrado nuestro trabajo a las autoridades. Exigimos respeto al esfuerzo que realizamos día a día. Recibimos alimentos en estado deplorable. Ahora retamos al alcalde a demostrar si realmente están en condiciones consumo”, sostuvo.

Ramos pidió una audiencia con López Aliaga para revisar personalmente el estado de la sangre de pollo distribuida. Manifestó que todavía quedan lotes del producto en las ollas de San Juan de Lurigancho y planteó que sea el propio alcalde quien cocine y consuma la sangre si considera que está en buen estado. “La seguridad alimentaria no debe politizarse ni usarse para descalificar a las mujeres que luchan por su comunidad”, concluyó.