
Con la llegada del invierno, el frío, la humedad y los cambios bruscos de temperatura provocan un aumento significativo de las enfermedades respiratorias en el Perú. Según el Ministerio de Salud (Minsa), los casos de gripe, resfriado común, bronquitis y neumonía aumentan cada año entre los meses de mayo y septiembre, especialmente en las zonas altoandinas y en la capital. El Seguro Social de Salud (EsSalud) también ha advertido sobre el incremento de consultas y hospitalizaciones por infecciones respiratorias agudas durante esta temporada, en especial entre niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
Una de las formas más efectivas de fortalecer nuestras defensas frente a estos virus es a través de la alimentación. Una dieta rica en frutas, verduras y alimentos con propiedades inmunoprotectoras es clave para prevenir estas enfermedades o reducir su gravedad. Entre las frutas más destacadas para este fin se encuentra la granada, una fruta de temporada con potentes propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antivirales, que contribuye a fortalecer el sistema inmunológico y proteger al organismo de la gripe y los resfriados.
La granada te protege de la gripe y los resfriados

La granada es una fruta de color intenso, sabor agridulce y alto valor nutricional. Aunque no es tan popular como la naranja o el limón, su riqueza en compuestos bioactivos la convierte en un verdadero escudo natural contra los virus respiratorios. Estos son los mecanismos clave por los que la granada protege tu salud en invierno:
- Rica en vitamina C: aunque no es su nutriente más abundante, la granada aporta vitamina C, fundamental para estimular la producción de glóbulos blancos, que son esenciales en la defensa contra virus y bacterias.
- Alta en antioxidantes: contiene polifenoles, taninos y antocianinas que protegen las células inmunitarias del estrés oxidativo. Esto mejora la respuesta del sistema inmunológico frente a infecciones.
- Propiedades antiinflamatorias: la inflamación crónica debilita el sistema inmunológico. Los compuestos de la granada ayudan a reducirla, favoreciendo un entorno interno más equilibrado para las defensas naturales del cuerpo.
- Efecto antiviral y antibacteriano: el extracto de granada puede inhibir el crecimiento de ciertos virus y bacterias, ayudando al organismo a combatir infecciones.
- Apoya la salud intestinal: su contenido de fibra y antioxidantes también contribuye al equilibrio de la microbiota intestinal, clave para una respuesta inmunológica fuerte y eficaz.
Consumir granada con regularidad en invierno, ya sea en su forma natural, en jugos o infusiones, puede ayudar a prevenir contagios, acortar la duración de los resfriados y mejorar la recuperación del cuerpo ante una infección respiratoria.
Cómo consumir la granada
La granada es una fruta deliciosa, refrescante y versátil que se puede incorporar fácilmente a la dieta diaria. Para consumirla, lo primero es cortar la cáscara de forma superficial y abrirla con las manos para extraer sus semillas o arilos, que son la parte comestible. Estas pequeñas perlas rojas se pueden comer directamente, solas o mezcladas con yogur, ensaladas, cereales, postres o batidos.

Una forma muy popular y beneficiosa de consumirla es en jugo natural. Basta con licuar las semillas (sin triturar demasiado para evitar un sabor amargo de las semillas internas), colar el líquido y beberlo fresco. Este jugo es ideal para fortalecer el sistema inmunológico, especialmente en invierno.
También se puede preparar en infusiones, hirviendo la cáscara o los arilos con agua y un poco de miel o kion, aprovechando sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Para conservar las semillas, puedes guardarlas en un recipiente hermético en el refrigerador por varios días o congelarlas para usarlas en smoothies o recetas más adelante.
Otros beneficios de la granada para el sistema inmunológico
Además de proteger contra gripes y resfriados, la granada ofrece otros beneficios importantes que refuerzan nuestras defensas durante el invierno:
- Favorece la circulación sanguínea: sus antioxidantes ayudan a mantener las arterias limpias y el corazón sano, lo que mejora la oxigenación de los tejidos, incluyendo los órganos inmunitarios.
- Ayuda a controlar enfermedades crónicas: la granada regula la presión arterial y el azúcar en sangre, dos factores que, si no se controlan, pueden debilitar el sistema inmunológico.
- Protege las mucosas respiratorias: sus compuestos bioactivos ayudan a mantener en buen estado las vías respiratorias, evitando que se inflamen o se infecten con facilidad.
- Tiene efecto hidratante y refrescante: en forma de jugo o infusión, contribuye a mantener el cuerpo hidratado, algo fundamental cuando hay fiebre o congestión.