
No es ninguna novedad que vivimos en un país de cocineros y comensales. Que uno de los pocos hilos que aún unen y sostienen nuestro tejido social es el orgullo por nuestra gastronomía y la cultura del buen comer. Los peruanos lo sabemos de primera mano, es por ello que el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) confirmó recientemente que el número de emprendimientos gastronómicos registrados en Perú ha crecido hasta en un 63.59% desde el año 2022. Una tendencia que solo va al alza, pero que se encuentra con el mismo obstáculo que el resto de proyectos de negocios en el país: la falta de capacitación y acceso a herramientas básicas para la gestión empresarial.
A pesar de que en el Perú hay más de 3.27 millones de micro y pequeñas empresas (mypes) lideradas por emprendedores, según el Ministerio de la Producción (PRODUCE), son 8 de cada 10 los que deciden abandonar el negocio antes de cumplir los 5 años. Esto se debe, en gran medida, a la falta de conocimiento en áreas clave como la administración financiera, la planificación de recursos o la gestión de personal, las cuales limitan el potencial de muchos de estos negocios. En este contexto, la capacitación se convierte en un pilar fundamental para garantizar la sostenibilidad y el éxito a largo plazo de estos emprendimientos.
El emprendedor gastronómico, aunque pueda estar lleno de talento y creatividad, debe enfrentarse día a día a desafíos que van más allá de la elaboración de platos exquisitos. Es fundamental que cuente con las herramientas necesarias para gestionar su negocio de manera eficiente. La administración de costos, el control de inventarios, cálculo de la demanda, la optimización de los recursos humanos y la administración financiera son aspectos clave que determinan la viabilidad a largo plazo de estos proyectos.
Además, uno de los elementos fundamentales para que estos emprendimientos puedan mantenerse a flote es el acceso a la energía que los impulsa. El GLP, por ejemplo, es el combustible más utilizado por los peruanos en la industria alimentaria y para la cocción de alimentos en los hogares. Desde las pequeñas picanterías hasta los grandes restaurantes de renombre, el GLP se convierte en un aliado imprescindible para los emprendedores gastronómicos que dependen de una fuente de energía confiable y económica.
Por ello, resulta valioso que distintos sectores —incluido el energético— empiecen a mirar hacia el fortalecimiento de estos emprendimientos desde una perspectiva más integral. Hoy, además del acceso a insumos clave como la energía, también comienzan a ofrecerse espacios de formación orientados a mejorar la gestión del negocio. Talleres sobre administración de costos, planificación financiera o manejo eficiente de recursos permiten que muchos emprendedores gastronómicos transformen su intuición y talento en estructuras más sólidas y sostenibles.
El Perú es un país lleno de creatividad, pasión y talento, especialmente en el ámbito gastronómico. Pero, ese talento debe ir acompañado de una visión estratégica que permita a los emprendedores superar los desafíos del día a día y garantizar que sus negocios sean sostenibles y rentables.
