
En Perú, el Ministerio de Salud (Minsa) promueve la importancia de la salud cerebral, incluyendo la función de los hemisferios cerebrales. El Minsa enfatiza la necesidad de una alimentación saludable, ejercicio físico y actividades que estimulen ambos hemisferios.
Hay que tener en cuenta que el cerebro es el órgano más complejo y poderoso del cuerpo humano. Controla nuestras funciones vitales, nuestras emociones, pensamientos, recuerdos y comportamientos. Por eso, cuidar la salud cerebral es esencial para tener una vida plena, tanto física como mentalmente. Sin embargo, además de protegerlo, es importante conocer cómo funciona. Una de las claves para entender su funcionamiento es explorar la división del cerebro en dos hemisferios: el hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho. Cada uno de ellos tiene roles específicos y complementarios en nuestras capacidades cognitivas y emocionales.
Conocer las funciones de ambos hemisferios no solo permite comprender mejor cómo pensamos y actuamos, sino que también ayuda en áreas como la educación, la psicología, la neurociencia y el desarrollo personal.
¿Qué funciones cumple el hemisferio cerebral izquierdo?

El hemisferio izquierdo del cerebro se asocia tradicionalmente con el pensamiento lógico, analítico y secuencial. Es el encargado del procesamiento del lenguaje, la escritura, la lectura y el razonamiento matemático.
- Se considera el hemisferio lógico y verbal, porque domina en tareas que implican el uso del lenguaje, como hablar, comprender lo que se escucha o se lee, y construir frases.
- También está relacionado con la organización, la planificación y la resolución sistemática de problemas.
- En la mayoría de las personas diestras (y en muchas zurdas), el hemisferio izquierdo controla el lado derecho del cuerpo.
En otras palabras, este hemisferio es esencial para las habilidades comunicativas, numéricas y analíticas que usamos a diario en el trabajo, el estudio y la vida cotidiana.
¿Qué funciones cumple el hemisferio cerebral derecho?

El hemisferio derecho, por su parte, está vinculado a la creatividad, la intuición y la percepción espacial y emocional.
- Es el responsable de interpretar imágenes, colores, formas y patrones, así como de reconocer rostros y orientarse en el espacio.
- También participa en la expresión y comprensión emocional, el sentido musical, la imaginación y la apreciación artística.
- Controla los movimientos del lado izquierdo del cuerpo.
Se le suele llamar el hemisferio creativo y emocional, y tiene un papel importante en actividades como la música, la pintura, el diseño, la danza y la empatía interpersonal.
Cerebro: diferencia entre el hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho

Aunque ambos hemisferios trabajan juntos y están conectados por una estructura llamada cuerpo calloso, existen diferencias marcadas en sus funciones.
- El hemisferio izquierdo procesa la información de manera lógica, lineal y detallada, mientras que el derecho lo hace de forma holística, intuitiva y global.
- El izquierdo se enfoca más en el análisis de hechos, el derecho en la interpretación emocional.
- Uno se especializa en el lenguaje, el otro en la imaginación visual y espacial.
Cabe destacar que ninguna persona utiliza exclusivamente un hemisferio; ambos actúan en conjunto y se complementan. Sin embargo, cada individuo puede mostrar una cierta predominancia hemisférica, lo que se traduce en distintos estilos de aprendizaje, comunicación y resolución de problemas.
Diferencias entre el cerebro de mujeres y hombres

Existen algunas diferencias estructurales y funcionales entre los cerebros de mujeres y hombres, especialmente en cuanto al uso y la conexión entre ambos hemisferios.
En general, las mujeres tienden a tener una mayor conectividad entre los hemisferios, lo que puede facilitar una integración más fluida entre la lógica y la emoción, y entre el lenguaje y la intuición. Mientras que los hombres suelen mostrar una mayor conectividad dentro de cada hemisferio, lo que puede traducirse en un procesamiento más focalizado o especializado en ciertas tareas.
Estas diferencias no implican superioridad de un sexo sobre otro, sino que reflejan diversas maneras de procesar la información y enfrentar desafíos cognitivos o emocionales.
Conocer estas características permite comprender mejor nuestras capacidades, fortalecer nuestras habilidades naturales y trabajar en aquellas que deseamos mejorar, sin caer en estereotipos, sino partiendo del conocimiento neurocientífico.