Un incendio arrasó con un espacio recreativo para niños en el distrito de San Juan de Lurigancho, en Lima, Perú, dejando a dos hermanos emprendedores con pérdidas totales tras años de esfuerzo. El siniestro ocurrió en la zona de Jirón Pozo Seco, minutos antes de la apertura del negocio, y aunque no se reportaron heridos, el fuego consumió por completo los juegos infantiles, que incluían inflables, un trampolín y una piscina de pelotas. Las víctimas sospechan que el acto fue provocado como parte de una venganza.
De acuerdo con el relato de los hermanos Rubén y David Chávez, propietarios del negocio, el incendio comenzó en la parte trasera de uno de los juegos, lo que permitió que las llamas se propagaran rápidamente debido a los materiales plásticos. “Corrí rápido, pero ya no se podía hacer nada”, declaró uno de ellos al noticiero 24 Horas. El único elemento que lograron salvar fue un saltarín, mientras que el resto de los juegos quedó reducido a cenizas.
Sospechas de un menor de edad como posible autor del incendio
Los hermanos Chávez, quienes llevan dos años operando este emprendimiento, señalaron que no han recibido amenazas ni han sido víctimas de extorsión, descartando estas posibilidades como causas del incendio. Sin embargo, sospechan de un menor de 14 años que, según ellos, podría haber actuado por venganza. “Es un delincuente de 14 años. Una vez lo reprendí con correazos porque intentó robar cables, pero regresó”, dijo uno de los afectados. Aunque no hay pruebas concretas, los hermanos creen que este incidente podría estar relacionado con ese episodio.

Los propietarios intentaron presentar una denuncia formal, pero no lograron hacerlo debido a la saturación en la comisaría local, según indicaron. Además, la falta de cámaras de seguridad activas en la zona dificulta la identificación de los responsables, lo que deja pocas esperanzas de que el caso sea resuelto.
Vecinos relatan cómo ocurrió el siniestro
Un vecino cuya vivienda se encuentra frente al lugar de los hechos relató que el incendio ocurrió de manera repentina. “Salí al parque y cuando regresé ya estaba todo prendido”, comentó. Según su testimonio, el negocio solía recibir a numerosos niños a partir de las dos de la tarde, lo que aumenta la preocupación entre los residentes por la seguridad en la zona. “A veces los patrulleros aparecen, pero justo en ese momento no estaban. Llamamos a los bomberos, pero al final fuimos los vecinos quienes apagamos el fuego”, añadió.
El temor entre los habitantes de la zona no solo se debe al incendio, sino también a la posibilidad de que hechos similares puedan repetirse. La falta de vigilancia y la ausencia de medidas de seguridad adecuadas son factores que, según los vecinos, contribuyen a la vulnerabilidad del área.

Un llamado a la solidaridad para reconstruir el negocio
Tras el devastador incendio, los hermanos Chávez han hecho un llamado a la comunidad y a personas solidarias para que los ayuden a reconstruir su negocio. Este espacio recreativo no solo representaba su fuente de ingresos, sino también un lugar de entretenimiento para los niños del barrio. “Era un trabajo duro y honesto, y ahora todo está perdido”, lamentaron.
El emprendimiento había sido fundado con mucho esfuerzo y los hermanos aún estaban pagando deudas relacionadas con la inversión inicial. La pérdida total de los juegos representa un golpe económico significativo para ellos, quienes ahora enfrentan la difícil tarea de empezar de nuevo.
La policía acudió al lugar para realizar preguntas preliminares, pero hasta entonces no había avances en la investigación. La ausencia de cámaras de seguridad y la imposibilidad de presentar una denuncia formal complican aún más el panorama.



