
En un incidente que ha sorprendido a la comunidad religiosa de Cusco, el hombre que agredió al monseñor Israel Condorhuamán, administrador de la Catedral Mayor de Cusco, fue liberado tras ser detenido y, poco después, regresó a la iglesia en estado de ebriedad. El hecho ha generado inquietud entre los miembros del clero, quienes exigen respuestas ante la aparente falta de medidas de protección para los sacerdotes.
Cómo se recuerda, el pasado lunes 7 de abril, el monseñor Condorhuamán fue atacado en el interior de un confesionario de la Basílica Catedral de Cusco. Un hombre, aparentemente en busca de la confesión, se acercó al sacerdote y, sin mediar palabra, le propinó varios golpes de puño en el rostro.
Afortunadamente, ataque fue rápidamente detectado por los fieles presentes, quienes acudieron al auxilio de Condorhuamán. El Arzobispado del Cusco emitió un comunicado en el que condenó el acto de violencia y aseguró que las autoridades policiales ya investigan el caso. El ataque ocurrió poco antes de la celebración de la misa, lo que provocó una gran conmoción entre los asistentes.

Agresor fue liberado y regresa a la iglesia
Tras ser detenido por la policía, el agresor fue liberado en pocas horas, lo que sorprendió al monseñor Condorhuamán. Este se mostró extrañado por la rapidez con que fue dejado en libertad el hombre que lo agredió, y expresó su preocupación por la seguridad de los sacerdotes, quienes, según él, están expuestos a situaciones como esta sin el resguardo adecuado.
El jueves 10 de abril, el agresor regresó a la catedral en un estado de ebriedad, acompañado de otro hombre. Debido a su comportamiento, el sacerdote se vio obligado a contactar nuevamente a la policía para evitar que el sujeto ingresara al templo. Este incidente provocó que el sacerdote y su equipo se cuestionaran sobre la falta de medidas de seguridad para prevenir agresiones a figuras religiosas en el futuro.

Preocupación del monseñor Condorhuamán
A pesar de no haber solicitado explícitamente un resguardo policial personal, el monseñor Condorhuamán comunicó la situación a un oficial de la policía, quien le aseguró que, en caso de que el agresor persistiera en acercarse, se podría tomar acción para detenerlo nuevamente. Sin embargo, el hecho de que el hombre haya sido liberado rápidamente tras el ataque genera interrogantes sobre el proceso judicial y las medidas de seguridad adoptadas por las autoridades.
Ante la creciente preocupación por la violencia en lugares sagrados, el Arzobispado del Cusco reiteró su condena al acto de agresión. En un comunicado oficial, la institución hizo un llamado a la tolerancia religiosa y a respetar la fe de las personas, especialmente durante la Semana Santa. Además, se hizo un llamado a la comunidad a mantener un espíritu de paz, amor y unidad, con el fin de evitar que situaciones de violencia continúen sucediendo dentro de los recintos religiosos.

“Hermano del papa Francisco”
En su comunicado, monseñor Condorhuamán detalló el incidente y explicó que el joven lo abordó de manera ansiosa, pidiéndole una confesión. Ante esta solicitud, le permitió el acceso a la sacristía para atenderlo. Sin embargo, el agresor comenzó a hablar incoherencias antes de agredirlo.
“En la “supuesta confesión” el joven me dijo que su hermano era amigo del papa Francisco y que tenía una foto con él, que son gente pudiente y eran dueños de una Inteligencia Artificial “X” y que además iba a visitar a su padre en Machupicchu”, se lee.

“Le dije: ‘Hermano, esto es un confesionario para confesar pecados y ser absueltos; hasta el momento usted no me ha mencionado ninguno. ¿Qué es lo que desea?’. Con esas palabras, él reaccionó gritando palabras soeces. Me asusté, ya que jamás había vivido una situación similar. Por sentido común, le pedí que se retirara, ya que había personas esperando para confesarse. Fue entonces cuando procedió a agredirme físicamente en el rostro”, indicó.