De acuerdo con información proporcionada por la Autoridad de Transporte Urbano (ATU), desde septiembre de 2024 hasta la fecha, un total de 64 empresas de transporte público formal han denunciado ser víctimas de extorsión. Este preocupante panorama ha generado tensiones en el sector, que se han traducido en paralizaciones parciales y un incremento en la demanda de servicios como el Metropolitano, especialmente en zonas de Lima Norte, donde los paraderos han registrado una afluencia inusual de usuarios. A pesar de las imágenes que muestran largas filas y aglomeraciones, el presidente de la ATU negó que haya existido un colapso en el sistema, calificando la situación como un aumento significativo de la demanda.
Según detalló la ATU, las denuncias de extorsión han sido atendidas en coordinación con la División de Investigación Criminal (Dirincri) y la Fiscalía de la Nación, con el objetivo de brindar apoyo a las empresas afectadas. De las 64 denuncias presentadas, 33 han sido trabajadas directamente con la ATU, en un esfuerzo por generar confianza entre los transportistas y garantizar que sus casos sean atendidos. Sin embargo, los gremios del sector han expresado su descontento ante lo que consideran una falta de liderazgo y acciones concretas por parte de las autoridades.
Aglomeraciones en el Metropolitano y la respuesta de la ATU
El impacto de las paralizaciones parciales de transportistas formales se ha hecho evidente en los paraderos del Metropolitano, especialmente en estaciones como Naranjal, Los Incas y Chimpu Ocllo, donde se han registrado largas filas de usuarios durante las horas punta. Según consignó la ATU, la alta demanda ha sido atendida manteniendo frecuencias de un minuto entre los buses, aunque reconocieron la necesidad de recuperar flota para optimizar el servicio. Además, se solicitó el apoyo de la Policía Nacional del Perú (PNP) para evitar restricciones en los puntos de retorno de los buses hacia la zona norte de la Estación Central.

El presidente de la ATU rechazó las afirmaciones de un colapso en el sistema, argumentando que todos los usuarios han sido atendidos, aunque reconoció que las imágenes de las aglomeraciones podrían dar una impresión diferente. “Colapso sería que no hubieran sido atendidos. Lo que tenemos es una muy buena cantidad de demanda”, afirmó, subrayando que el sistema sigue operando dentro de sus capacidades.
Promesas incumplidas y descontento en el sector transporte
El descontento entre los gremios de transportistas no se limita a las denuncias de extorsión. Según reportó la ATU, el pasado miércoles se llevó a cabo una reunión entre representantes del sector y el ministro del Interior, Julio Díaz, en la que se anunció la creación de un grupo de WhatsApp para agilizar la comunicación entre los altos mandos policiales y los transportistas. Este grupo incluye a cinco jefes policiales y representantes de los 12 gremios que participaron en el encuentro. Sin embargo, los transportistas han señalado que estas iniciativas no han tenido un impacto tangible en la seguridad de sus operaciones.

La inseguridad y sus consecuencias en el transporte público
Las extorsiones no solo afectan la operatividad de las empresas, sino que también ponen en riesgo la vida de los conductores y generan un clima de incertidumbre entre los usuarios. Según los gremios, la falta de acciones concretas por parte de las autoridades ha llevado a un deterioro en la confianza hacia las instituciones encargadas de garantizar la seguridad ciudadana.
El refuerzo policial en los paraderos y la recuperación de la flota del Metropolitano son algunas de las medidas que los transportistas consideran prioritarias para aliviar la crisis actual. Sin embargo, hasta el momento, estas demandas no han sido atendidas de manera efectiva, lo que ha llevado a los gremios a considerar nuevas paralizaciones como una forma de presionar al Gobierno para que cumpla con sus compromisos.
