Un indignante caso se registró en el distrito limeño de Jesús María, donde un joven fue brutalmente atacado por su amigo de infancia, quien lo roció con alcohol y le prendió fuego luego de que la víctima se negara a continuar bebiendo cerveza. El ataque está siendo investigado como un intento de homicidio por parte de las autoridades.
La víctima fue identificada como Iván Hernández Alarcón, un comunicador audiovisual de 31 años. Según relataron sus familiares de la víctima, Iván fue invitado por José Manuel Egoavil Portillo, un amigo de la infancia, a compartir unas cervezas en su domicilio ubicado en el distrito de Jesús María. La reunión, que comenzó como una conversación amena, terminó en tragedia.
Durante la velada, Iván le manifestó a Egoavil su intención de retirarse para poder descansar, ya que debía cumplir responsabilidades laborales al día siguiente. Esa decisión marcó el inicio de la agresión. De acuerdo con el padre de la víctima, Humberto Hernández, Egoavil se opuso con vehemencia a que su hijo se retirara. “Le dijo ‘no, no te vas a ir’ y luego roció alcohol en el piso, lo encendió y se incendiaron las zapatillas de mi hijo”, declaró para las cámaras de ATV.
Le roció alcohol y prendió fuego
La primera agresión no fue interpretada de inmediato como un intento criminal. Iván logró apagar el fuego rápidamente, aunque sufrió quemaduras menores en las piernas. “Pensó que era una broma de mal gusto, le preguntó qué pasaba y el otro se comenzó a reír”, relató el padre, visiblemente afectado por lo ocurrido.
Creyendo que la situación no pasaría a mayores, Iván se dirigió al baño para tratar de limpiarse. Fue entonces cuando Egoavil lo encerró, cerrando la puerta desde afuera y repitiendo el patrón: volvió a rociar alcohol en el piso e inició un nuevo incendio. El baño, al ser un espacio cerrado, se llenó de humo en cuestión de segundos. Según narró el padre, “mi hijo se estaba asfixiando, abrió una ventana y gritó que lo dejaran salir”. Egoavil accedió finalmente a abrir la puerta.
No obstante, la agresión se intensificó. Apenas Iván salió del baño, su agresor le roció nuevamente alcohol, esta vez directamente sobre el cuerpo, y le gritó con tono imperativo: “Tómate la chela, ¡de acá no te vas!”. Esta última amenaza fue seguida de una acción que causó quemaduras de primer, segundo y tercer grado en gran parte del cuerpo de la víctima. El rostro resultó gravemente afectado, dejándolo desfigurado.
Padre exige justicia
Iván fue trasladado de inmediato al Hospital Arzobispo Loayza, donde ingresó con pronóstico reservado. Según información proporcionada por la familia, ya fue sometido a una operación quirúrgica y se encuentra recibiendo tratamiento con medicamentos especializados.
“Está en manos de Dios y de los médicos”, expresó Humberto Hernández, quien aclaró que, si bien parte del tratamiento ha sido cubierto, los gastos son altos y la familia los está asumiendo en su totalidad. “No estoy acá para pedir dinero, lo que quiero es justicia. Esto no puede quedar impune”, subrayó.
La denuncia por intento de homicidio ya fue interpuesta por la familia Hernández, y el caso se encuentra en etapa de investigación. Según informó ATV, Egoavil Portillo tendría denuncias previas, aunque no se han precisado los detalles de estas.
Amigos desde niños
“Mi hijo lo conocía desde niño, confiaba en él. Jamás imaginó algo así. Pero después nos enteramos de que este sujeto ya había tenido problemas con otras personas”, sostuvo el padre, en alusión a antecedentes que, presuntamente, no fueron procesados con la debida severidad.
La gravedad del ataque y los antecedentes del agresor han despertado una profunda preocupación entre los familiares de la víctima, quienes temen que la lentitud del sistema judicial permita que un hecho de esta magnitud quede sin sanción.
