La provincia de Marañón, en la región Huánuco, atraviesa una crisis sin precedentes tras el colapso de un tramo de aproximadamente 100 metros de la carretera 12-A, conocida como la “Carretera de la Muerte”, por la crecida del río Marañón. Este fenómeno ha dejado incomunicada a una gran parte de la población de Huacrachuco, así como a los pobladores de Tayabamba y Patáz, en la región La Libertad, y de Sihuas, en Áncash.
La infraestructura vial, conocida por su peligrosidad debido a su geografía montañosa, se ha visto afectada por la fuerte, lo que provocó la destrucción de este tramo crucial en la ruta. Tal daño ha dejado incomunicadas varias localidades, lo que ha forzado a los pobladores a escalar cerros, poniendo en riesgo sus vidas para poder continuar con sus actividades cotidianas.
La carretera 12-A, que conecta la región de Huánuco con Áncash y La Libertad, ha sido históricamente un punto crítico de tránsito por su difícil acceso. El tramo afectado está ubicado en la zona de Suchimán, a la altura del kilómetro 128 de la ruta PE-12A, entre Sihuas y Huacrachuco.

Pobladores escalan cerros ante desesperación
Con la carretera completamente intransitable, los pobladores se han visto obligados a tomar medidas extremas para poder acceder a sus viviendas, lugares de trabajo, y otros destinos esenciales. Los habitantes de la zona ahora deben escalar cerros y atravesar terrenos peligrosos que ponen en riesgo su vida.
Este peligroso recorrido implica cruzar rutas de alta montaña, en ocasiones empinadas y resbaladizas, lo que aumenta el riesgo de accidentes y pérdidas humanas. La falta de medidas por parte de las autoridades ha dejado a los residentes con pocas opciones para superar la interrupción de la comunicación terrestre.

Incremento de precios
El incidente genera un severo impacto económico en la región. La interrupción de este tramo clave ha provocado un desabastecimiento de productos esenciales, como alimentos, medicinas y artículos de primera necesidad. Las dificultades de transporte se reflejan en el aumento de precios, que han disparado los costos de los pasajes y la mercancía.
En conversación con diario Correo, el consejero por la provincia de Marañón, Dante Tarazona Reyes, confirmó que el colapso de la carretera provocó el incremento de los costos de transporte.
Antes de la interrupción, el costo de un pasaje de bus entre Huacrachuco y Sihuas era de aproximadamente 50 a 60 soles, pero ahora los habitantes deben recurrir a medios de transporte alternativos, como camionetas, lo que incrementa considerablemente los costos. Además, el transporte de productos agrícolas, como café y frutas, también se ha visto afectado, lo que afecta tanto a los productores como a los consumidores.

Ayuda humanitaria
Ante la crítica situación, el Gobierno Regional de Huánuco y el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) han tomado acciones para llevar ayuda humanitaria a los distritos más afectados. Recientemente, se enviaron cuatro toneladas de suministros esenciales mediante helicópteros de la Fuerza Aérea del Perú. Esta ayuda consistió en alimentos perecibles, kits de aseo personal, medicinas, herramientas y otros elementos esenciales para enfrentar la emergencia.
La nave despegó desde el aeropuerto de Tingo María con destino a San Buenaventura, provincia de Marañón. El alcalde de San Buenaventura, Rodolfo Herrada Herrera, recibió la ayuda en nombre de los pobladores, quienes aún enfrentan dificultades para acceder a los recursos básicos.