
El holding peruano AGP Group, especializado en la fabricación de vidrio automotriz y otras aplicaciones industriales, ha comenzado el cierre de su planta en Nuevo León, México, tras la pérdida de un contrato clave con Tesla. Este revés es un golpe significativo para la compañía, que había establecido una fuerte presencia en el país en los últimos años como parte de su estrategia de expansión en Norteamérica.
La planta de AGP Glass en Nuevo León, que estaba dedicada a la fabricación de parabrisas y otros componentes de vidrio para la industria automotriz, se encuentra en proceso de desmantelamiento. La razón principal de la clausura es la pérdida del contrato con Tesla para la producción de parabrisas para el modelo Cybertruck, un vehículo de alta gama fabricado por la compañía de Elon Musk.
Marcelo Sereno, ex director de Proyectos de Expansión de AGP Glass y actual encargado de la liquidación, explicó a para el diario Milenio que otros factores también influyeron en la decisión. Según Sereno, los “retrasos en la producción y la reducción del volumen de pedidos” fueron aspectos determinantes que hicieron insostenible la continuidad de la planta.
Incertidumbre y aranceles de Donald Trump
El cierre de la planta de AGP Glass en México también se ve condicionado por el contexto económico y político de la región. La incertidumbre acerca de la posible inversión de Tesla en una planta en Nuevo León, que podría haber tenido un impacto positivo en la industria local, se suma a la “sombra” de los aranceles propuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que afectarían negativamente al sector automotriz, especialmente a aquellas empresas vinculadas con la producción para grandes fabricantes.
A esta incertidumbre se suma la caída en la demanda y las complicaciones logísticas derivadas de la pandemia, lo que ha dificultado que muchas plantas en la región mantengan su ritmo de producción. En este contexto, AGP Glass no ha sido la única empresa afectada. El sector automotriz de México ha experimentado dificultades similares, lo que ha generado un panorama económico complicado para varias plantas de producción, incluida la de AGP.

Inversión de AGP y proceso de liquidación
La planta de AGP en Nuevo León, ubicada en el parque industrial Finsa Santa Catarina, representó una de las inversiones más grandes de la compañía en la región, con aproximadamente US$250 millones destinados a su construcción. Esta instalación, con más de 115 mil metros cuadrados de superficie, contaba con tres líneas de producción de parabrisas y maquinaria para la fabricación de techos panorámicos y laterales laminados. Su enfoque principal era satisfacer la demanda del mercado norteamericano, especialmente en el sector de vehículos eléctricos y de alta gama.
No obstante, la pérdida del contrato con Tesla y la disminución de las operaciones han llevado a AGP Glass a iniciar un proceso de liquidación. A pesar de esta difícil situación, la empresa indicó que cumplió con todas sus obligaciones laborales. Actualmente, se encuentra en la etapa de venta de activos, lo que ha motivado la contratación de la firma Myron Bowling Auctioneers Mexico para organizar una subasta el próximo 8 de abril.
La subasta de los activos de la planta ha atraído el interés de compradores internacionales. Según Carlos Berthoud, director de la firma subastadora, empresas de Turquía, Asia, Estados Unidos y Canadá han mostrado interés en adquirir los bienes de AGP Glass. Esta venta se considera una oportunidad para la revalorización de los activos, en un contexto económico desafiante para la industria.
AGP en México y su expansión
La llegada de AGP Group a México en los últimos años formaba parte de su estrategia de expansión en Norteamérica, un mercado clave para la industria automotriz global. La planta en Nuevo León no solo servía a Tesla, sino que también era crucial para atender la creciente demanda de vehículos eléctricos y de alta gama. En ese sentido, el país se había consolidado como un centro de producción automotriz de gran importancia, dado su acceso privilegiado a los mercados de Estados Unidos y Canadá.
A través de su presencia en México, AGP Group operaba con varios centros de distribución y plantas que le permitían abastecer eficientemente a la industria automotriz norteamericana. La ubicación estratégica de las instalaciones de AGP en México también facilitaba la exportación de productos a estos mercados, un factor clave que había impulsado la expansión de la compañía en la región.