El cardenal Carlos Castillo Mattasoglio abordó en una reciente homilía una problemática que ha marcado la historia política y social del Perú. Durante su intervención, desestimó la idea de que las tragedias nacionales sean un castigo divino y apuntó directamente a la responsabilidad de quienes dirigen el destino del país.
“No podemos llamar a la injusticia, castigo de Dios. La injusticia es un acto que sucede por mano humana y la tendrá que pagar el responsable”, afirmó Castillo. Su mensaje fue claro: los eventos trágicos no pueden ser interpretados como consecuencia de una voluntad divina que premia o castiga a los individuos. En cambio, deben analizarse desde una perspectiva social y política, identificando las causas estructurales y a quienes tienen el deber de responder ante ellas.
Los hechos recientes que interpelan a la sociedad

La caída del techo de un centro comercial en Trujillo el pasado 21 de febrero es un ejemplo de una tragedia que algunos intentaron atribuir a razones más allá de lo humano. La estructura colapsó en medio del patio de comidas, dejando un saldo de al menos ocho fallecidos y más de 80 heridos. En medio del caos, los equipos de rescate trabajaron incansablemente para salvar a los atrapados bajo los escombros.
Para el cardenal Castillo, sucesos como este deben ser comprendidos dentro del marco de la responsabilidad humana. Señaló que no es correcto atribuirlos a un castigo divino, sino que deben analizarse con rigor, buscando a los responsables que permitieron que una estructura defectuosa pusiera en riesgo la vida de tantas personas.
“Es como decir que las matanzas por extorsión o el colapso del techo oxidado de cierto centro comercial son castigo de Dios”, dijo el cardenal, dejando en claro que este tipo de afirmaciones ocultan los verdaderos problemas y evitan que se tomen medidas para prevenir futuras tragedias.
Violencia y crisis de seguridad

Otro tema que viene marcando la realidad del país es el aumento de la violencia y los homicidios. Según datos del Sistema Informático Nacional de Defunciones (SINADEF), entre el 1 de enero y el 21 de marzo se registraron 490 homicidios a nivel nacional, con un promedio de entre 7 y 13 asesinatos por día.
El analista de datos Juan Carbajal alertó que el 26 de febrero se reportaron 13 homicidios en una sola jornada, siendo la cifra más alta en lo que va del año. “En lo que va del 2025, según datos oficiales del SINADEF hasta el 13 de marzo, los homicidios han aumentado un 12 % en comparación con el mismo período de 2024″, indicó.
Las regiones con más homicidios son Lima, con 158 asesinatos, seguida de La Libertad (47), Callao (41) y Piura (16). El incremento en la violencia se convirtió en un tema central en el debate público, con exigencias de la población hacia las autoridades para que tomen medidas más efectivas en materia de seguridad ciudadana.
El uso de la religión para justificar la injusticia
En su reflexión, el cardenal Castillo también advirtió sobre la peligrosa costumbre de justificar actos de injusticia en nombre de la fe. Recordó cómo, en la historia, se ha señalado a las víctimas como responsables de su propio sufrimiento, lo que perpetúa la desigualdad y la impunidad.
“Esas cosas son interpretaciones que vienen de intereses humanos, que luego se trasladan a Dios y se usa a Dios y se denigra el nombre de Dios”, indicó.
El mensaje del cardenal también llamó a la reflexión sobre la necesidad de actuar con responsabilidad y solidaridad. En lugar de buscar explicaciones que exculpen a quienes tienen el deber de garantizar la seguridad y el bienestar de la población, instó a que se asuman compromisos concretos para mejorar las condiciones de vida de los más vulnerables.
Una llamada a la acción a las autoridades

El discurso del cardenal Castillo no solo busca desmontar ideas erróneas sobre la relación entre la divinidad y la tragedia, sino que también constituye un llamado a la acción. Según él, la fe no debe ser un refugio para justificar la inacción, sino una fuerza que impulse a buscar la justicia.
“El Señor nos reclama que estemos encontrando culpables, si no sobre todo nos reclama que hagamos algo. Que tomemos conciencia de las cosas y nos hagamos responsables”, manifestó. Su mensaje resalta la importancia de la acción colectiva para transformar la realidad y prevenir que tragedias como las mencionadas sigan ocurriendo. “El clamor general de nuestro pueblo dice justicia, orden y responsabilidad”, finalizó Castillo.