
A pesar del estado de emergencia declarado en Lima y Callao, los crímenes no cesan, y cada vez más peruanos pierden la vida a manos de la extorsión y la delincuencia organizada. La violencia se ha infiltrado en cada rincón del país, alcanzando incluso a los más jóvenes. Esta vez, el caso que conmueve a la sociedad peruana es el de un adolescente de 15 años, quien fue hallado sin vida en su vivienda en el distrito de Ate, aparentemente víctima de extorsión.
El cuerpo del menor, identificado con las siglas L.Q.S.M., fue encontrado sin vida en su hogar, ubicado en la Asociación Nuevo Oriente. El adolescente, quien trabajaba como barbero y seguía cursando sus estudios en el Colegio Nacional de Vitarte. Fuentes cercanas a la familia del menor indican que el joven había recibido amenazas de extorsión en el sector de Ceres, una zona donde solía ejercer su oficio.
La víctima era conocida entre sus amigos y familiares por ser un joven trabajador que combinaba sus estudios con el oficio de barbero. Su muerte ha dejado una profunda consternación en la comunidad, mientras que las autoridades vienen investigando los hechos.

Posible relación con extorsión
Las investigaciones iniciadas por las autoridades apuntan a que la extorsión podría haber sido la causa detrás del trágico desenlace. Según testimonios de personas cercanas al menor, L.Q.S.M. había recibido amenazas constantes en la zona donde trabajaba. Este tipo de prácticas, cada vez más comunes en diversas partes del país, parecen haber llegado también a afectar a los más jóvenes, quienes, en busca de sustento, caen víctimas de bandas criminales que se aprovechan de su vulnerabilidad.
El caso ha conmocionado tanto a la comunidad local como a los familiares del menor, quienes esperan que la justicia pueda esclarecer lo sucedido y llevar a los responsables ante las autoridades. En este sentido, la Policía Nacional del Perú (PNP) no descarta ninguna hipótesis, y continúa con las indagaciones.
Reacción de la comunidad y autoridades
El alcalde de Ate, Franco Vidal, expresó su pesar a través de sus redes sociales tras conocer la trágica noticia. En su publicación, el burgomaestre lamentó la muerte de L.Q.S.M., a través de una imagen del colegio en el que estudiaba el menor.
Por su parte, los vecinos y amigos del joven también se han sumado a las muestras de solidaridad y han exigido justicia para el menor. La noticia ha generado un fuerte impacto en la población, que continúa viviendo con la constante preocupación por la inseguridad y los crímenes violentos que azotan a la capital peruana.

Colegio en luto
El Colegio Nacional de Vitarte, donde L.Q.S.M. estudiaba, también se ha unido al duelo por la pérdida de uno de sus alumnos. En señal de respeto y tristeza, la institución educativa colocó un listón negro en su fachada, mientras que las imágenes del joven fueron exhibidas en varios puntos del colegio. La comunidad educativa ha expresado su apoyo a la familia, reconociendo el impacto emocional que esta tragedia ha dejado en todos los que conocían al menor.
Las autoridades siguen con las investigaciones para esclarecer las circunstancias del caso y para determinar si efectivamente la extorsión estuvo vinculada con el trabajo del joven como barbero. Mientras tanto, la población espera respuestas ante esta nueva tragedia que refleja el creciente problema de la delincuencia organizada en el país.
Líneas de emergencia contra la extorsión
En respuesta a la creciente crisis de seguridad en el país, el Gobierno del Perú ha puesto en funcionamiento la Central 111 de la Policía Nacional del Perú (PNP), un servicio gratuito, confidencial y disponible las 24 horas del día, orientado específicamente a combatir la extorsión. Esta nueva herramienta está conectada con la Central de Emergencias 105, lo que permite a los ciudadanos enviar audios, videos e imágenes como pruebas, facilitando las labores de investigación y respuesta policial.

La activación de la Central 111 busca brindar mayor protección a las víctimas de extorsión y reforzar la capacidad operativa de la PNP ante este delito en expansión. Esta línea permite una atención más especializada, discreta y rápida, adaptándose a las necesidades de quienes temen represalias o no saben cómo proceder ante una amenaza.
Además de la Central 111, el Estado ha habilitado otros canales de comunicación, como la Línea 1818, enfocada exclusivamente en casos de extorsión, y el número celular 942 841 978, que ofrece un contacto directo y seguro.