El proyecto “Probosques y Humedales”, impulsado por el Ministerio del Ambiente (Minam), el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), busca promover el aprovechamiento sostenible de los ecosistemas de la Amazonía peruana. Esta iniciativa, que abarca 27 mil 116 hectáreas, tiene un impacto directo en la protección del medio ambiente y el fortalecimiento de la economía de las comunidades locales, a través de prácticas productivas respetuosas con la naturaleza.
Uno de los aspectos más destacados de este proyecto es su enfoque en los bionegocios, que promueven el uso sostenible de los productos nativos. Entre estos productos, el aguaje y otros frutos provenientes de las palmeras son los más representativos, lo que ofrecerá a las comunidades locales nuevas fuentes de ingresos y les permitirá desarrollar iniciativas económicas que no afecten el equilibrio ambiental.
De acuerdo con el Minam, más de 1.160 habitantes del distrito de Parinari, en la región Loreto, serán beneficiados directamente por el proyecto. Estos pobladores podrán acceder a formación técnica, herramientas de monitoreo y prácticas de manejo sostenible de los recursos, lo cual contribuirá al fortalecimiento de su autonomía económica y la conservación de sus ecosistemas.
Gestión de recursos naturales
Una de las principales apuestas del proyecto es el fortalecimiento de la gestión de los recursos naturales en la Amazonía peruana. El Minam, a través de su Viceministerio de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales, destacó que una adecuada gestión de los territorios y sus recursos requiere el uso de información técnica y estratégica precisa, lo que permitirá tomar decisiones informadas sobre el manejo de los ecosistemas.
Como parte de esta estrategia, se busca integrar herramientas avanzadas de monitoreo, como el uso de equipos de medición en campo y sistemas de monitoreo satelital. Estas herramientas permitirán realizar un seguimiento efectivo de los cambios en los ecosistemas de humedales y bosques, lo que facilitará la toma de decisiones y la implementación de medidas correctivas en caso de ser necesarias.
La capacitación de las comunidades locales juega un papel crucial en la implementación exitosa del proyecto. A través de talleres y actividades de formación, los habitantes de las zonas afectadas están aprendiendo a utilizar estas tecnologías de monitoreo y a aplicar prácticas de conservación más efectivas, promoviendo así el empoderamiento de las comunidades en la gestión de sus recursos.
Avances del proyecto y resultados
Hasta el momento, el proyecto ha logrado importantes avances, que incluyen la creación de mapas detallados de los humedales presentes en la región. Estos mapas, junto con la implementación de un submódulo de monitoreo satelital en el Sistema Nacional de Información Forestal y de Fauna Silvestre (SNIFFS), han permitido establecer una base de datos sólida sobre la situación de los ecosistemas de la Amazonía.
Además, los avances del proyecto también se reflejan en la capacitación de los pobladores locales, quienes ahora cuentan con los conocimientos necesarios para monitorear sus propios recursos naturales y desarrollar iniciativas productivas sostenibles. Esto no solo mejora su calidad de vida, sino que también contribuye al fortalecimiento de la economía local a través de la comercialización de productos forestales no madereros.
El monitoreo y la creación de mapas detallados también están ayudando a identificar las áreas de mayor vulnerabilidad, lo que permitirá a las autoridades y las comunidades implementar medidas de conservación más eficaces y enfocadas en las zonas más sensibles. Esto contribuirá a preservar la biodiversidad de la región y mitigar los impactos del cambio climático.
Colaboración interinstitucional
El proyecto “Probosques y Humedales” se lleva a cabo con la colaboración de diversas instituciones, tanto nacionales como internacionales. Entre ellas, destacan el Minam y Serfor, encargados de la ejecución del proyecto, y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), que ha brindado el apoyo técnico y financiero necesario para llevar a cabo esta ambiciosa iniciativa.
La visión a largo plazo del proyecto es continuar trabajando en la gestión sostenible de los recursos naturales de la Amazonía hasta el año 2027. Durante este tiempo, se espera ampliar el alcance de las acciones y consolidar los esfuerzos en las regiones de Loreto, Ucayali y San Martín, con el objetivo de crear un modelo replicable para otras regiones del país.
De acuerdo con Raquel Soto, viceministra de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Minam, “desde el Estado promovemos y articulamos esfuerzos para la protección de nuestro patrimonio natural, asegurando que el desarrollo económico y social se realice en armonía con el ambiente”.
