
La presentación de la Declaración Jurada Anual del Impuesto a la Renta (IR), que comenzará el próximo 26 de marzo, es un proceso crucial para las empresas, ya que define su situación tributaria frente a la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat). Según detalló Sofía Chirinos, abogada y directora de contenidos de Editorial Economía y Finanzas (EEF), una adecuada planificación del cierre fiscal es esencial para evitar contingencias tributarias y garantizar el cumplimiento de las normativas establecidas en la Ley y el Reglamento del IR.
Chirinos destacó diez puntos fundamentales que las empresas deben considerar para llevar a cabo un cierre tributario exitoso y presentar su declaración sin contratiempos. Estos aspectos abarcan desde la correcta documentación hasta el cumplimiento de límites específicos en la deducción de gastos, pasando por la relación de los costos con la actividad del negocio y la consistencia en los registros contables.
La importancia de los comprobantes de pago
Uno de los pilares para una declaración correcta es contar con comprobantes de pago que respalden los costos y gastos deducibles. Según explicó Chirinos, estos documentos deben cumplir con los requisitos establecidos en el Reglamento de Comprobantes de Pago y la normativa de emisión electrónica. Además, deben estar debidamente validados y registrados en los libros correspondientes.
Sin embargo, no basta con tener los comprobantes. Es necesario contar con documentación adicional que demuestre la legitimidad de las operaciones, como contratos, proformas, correos electrónicos, medios de pago y otros documentos que respalden la transacción. Esto es especialmente importante para evitar observaciones por parte de la Sunat.

Relación de los gastos con la actividad empresarial
Chirinos subrayó que los gastos deducibles deben estar vinculados al principio de causalidad, es decir, deben ser necesarios para el mantenimiento de la fuente productora de renta de la empresa. Aunque el artículo 37 de la Ley del IR establece una lista de gastos deducibles, esta no es exhaustiva.
Los gastos deben ser habituales dentro del rubro de la empresa, razonables en monto y, en algunos casos, aplicables a todos los trabajadores o áreas de la organización. Este criterio es clave para justificar la deducción de ciertos costos y evitar problemas durante una fiscalización.
Límites en la deducción de gastos
Algunos gastos tienen límites específicos que deben respetarse para ser aceptados como deducibles. Por ejemplo, los intereses solo pueden deducirse hasta un 30% del EBITDA del año anterior, salvo excepciones. En el caso de los gastos de representación y recreativos, estos no deben superar el 0,5% de los ingresos netos anuales, con un tope de 40 Unidades Impositivas Tributarias (UIT), equivalentes a 206.000 soles.
Otros gastos sujetos a limitaciones incluyen los relacionados con automóviles y donaciones. Asimismo, para justificar la deducción por mermas, es obligatorio contar con un informe técnico firmado por un profesional competente.

Devengo: imputación de ingresos y gastos
La Ley del IR establece que los ingresos y gastos deben ser imputados al ejercicio en el que se devengan. Esto significa que un ingreso se considera devengado cuando nace el derecho a cobrarlo, mientras que un gasto se devenga cuando surge la obligación de pagarlo, independientemente de si el pago ya se efectuó.
Chirinos advirtió que declarar ingresos o gastos en el período incorrecto puede generar observaciones de la Sunat y ajustes durante una fiscalización. Por ejemplo, un servicio prestado en noviembre de 2024 puede deducirse en la declaración del IR de ese año, aunque la factura se emita y pague en febrero de 2025.
Provisión por deudas incobrables
La deducción de provisiones y castigos por deudas incobrables es otro aspecto relevante. Para ello, es necesario revisar las cuentas por cobrar y respaldar adecuadamente aquellas que sean de difícil recuperación.
Chirinos explicó que es fundamental demostrar la existencia previa de la deuda, su relación con la actividad empresarial y la dificultad financiera del deudor. Esto puede acreditarse mediante gestiones de cobranza, como cartas notariales, protestos, demandas o el transcurso de 12 meses desde el vencimiento de la deuda.

Depreciación, amortización y beneficios tributarios especiales
La depreciación de activos debe respetar los porcentajes máximos establecidos por la normativa y aplicarse únicamente a bienes destinados a generar rentas gravadas. Además, su contabilización debe ser correcta. En cuanto a la amortización, esta solo está permitida para activos intangibles con una duración limitada.
Las empresas que apliquen beneficios tributarios especiales, como la reinversión en educación o la depreciación acelerada, deben verificar el cumplimiento de los requisitos establecidos en la normativa correspondiente. También es importante confirmar la vigencia de estos beneficios y si son aplicables tasas especiales del IR.
Consistencia en los registros y la declaración
Chirinos enfatizó la necesidad de garantizar la correlación entre los comprobantes de pago, los libros o registros electrónicos y lo declarado en la DJ anual. Cualquier discrepancia puede generar observaciones por parte de la Sunat, por lo que es crucial verificar que todos los documentos reflejen de manera precisa los ingresos, costos y gastos declarados.

Finalmente, los pagos por operaciones iguales o mayores a 2.000 soles o 500 dólares estadounidenses deben estar respaldados por medios de pago. Si el pago se realiza a un tercero designado por el proveedor, este requisito se considera cumplido solo si la designación fue informada previamente a la Sunat.
Un cierre tributario bien gestionado
De acuerdo con Sofía Chirinos, un cierre tributario correctamente planificado no solo evita riesgos, sino que también facilita el cumplimiento fiscal. La revisión exhaustiva de la documentación, el cumplimiento de las normativas y el asesoramiento especializado son elementos clave para garantizar una declaración sin contratiempos.
La presentación de la Declaración Jurada Anual del Impuesto a la Renta no solo es un requisito legal, sino también una oportunidad para que las empresas demuestren su compromiso con la transparencia y la responsabilidad tributaria.