
Las lluvias que azotarán la región Huánuco entre marzo y mayo podrían generar mayores daños de lo previsto, afectando a más de 194 mil personas, según informó el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci). Hasta la fecha, las precipitaciones han causado emergencias en 75 de los 84 distritos de la región, con pérdidas humanas y daños significativos en viviendas, carreteras, centros de salud y cultivos agrícolas.
Ante esta crisis, el Gobierno ha desplegado acciones de respuesta inmediata, con la entrega de ayuda humanitaria y la coordinación de medidas para la reconstrucción. Además, se han anunciado bonos y asistencia para las familias damnificadas y agricultores perjudicados por las lluvias.
El director de Defensa Civil de Huánuco, Luigi Vidal, señaló que las lluvias registradas en las últimas semanas han provocado 273 emergencias en la región. Como resultado, 8.726 personas han quedado damnificadas, mientras que cinco han perdido la vida. Además, la magnitud del desastre dejó 4.000 vivienda inhabitables y 807 destruídas.

Colegios, carreteras y hospitales destruídos
Las intensas precipitaciones han golpeado gravemente la infraestructura local. 16 instituciones educativas han colapsado, lo que compromete el acceso a la educación en varias localidades. Asimismo, un centro de salud ha quedado inoperativo, afectando a 22 personas que dependían de sus servicios médicos.
El sistema vial de la región también ha sido severamente impactado. Se reporta que más de 400 kilómetros de carreteras han sufrido daños, lo que dificulta el tránsito y el acceso a las zonas afectadas. Además, 19 puentes vehiculares han sido destruidos, lo que limita la conectividad entre comunidades y el traslado de bienes de ayuda.
El sector agrario es otro de los más perjudicados. Según los reportes, más de 700 hectáreas de cultivos de papa y maíz han sido arrasadas por los desbordes e inundaciones, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y la economía de cientos de agricultores.

Gobierno envía 70 toneladas de ayuda humanitaria
En respuesta a la crisis, el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, llegó a Huánuco para coordinar la entrega de 70 toneladas de ayuda humanitaria destinadas a las localidades afectadas. De esta asistencia, 62 toneladas corresponden a bienes no alimentarios como frazadas, colchones, carpas, palas y carretillas, mientras que 8 toneladas incluyen alimentos esenciales.
El gobernador de la región, Antonio Pulgar, destacó la importancia de este apoyo, señalando que permitirá atender a 1.320 personas damnificadas. Asimismo, se anunció una segunda entrega de 350 toneladas de bienes no alimentarios y 30 toneladas de alimentos, con productos como fideos, aceites y menestras, para cubrir las necesidades básicas de los afectados.
Antes de la entrega de ayuda, Adrianzén encabezó una mesa de trabajo junto a autoridades locales y provinciales con el fin de coordinar una respuesta integral. Se establecieron medidas para la atención de las personas que han perdido sus viviendas y para garantizar la rehabilitación de la infraestructura afectada.

Medidas de prevención y reactivación económica
Para ayudar a las familias que han quedado sin hogar, el Gobierno anunció el empadronamiento de damnificados con viviendas colapsadas, lo que permitirá activar bonos del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento dirigidos a la reconstrucción de hogares.
Además, se informó sobre el lanzamiento de un bono agrario en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego. Esta asistencia económica está destinada a agricultores que han perdido sus sembríos, a fin de que puedan recuperar sus actividades productivas. Junto a este apoyo financiero, se distribuirán semillas y fertilizantes para impulsar la reactivación del sector agropecuario.

En materia de salud, el Ministerio de Salud anunció campañas de fumigación en las zonas de Huánuco cercanas a la Amazonía, con el objetivo de prevenir brotes de dengue tras las inundaciones. Por otro lado, para mitigar el impacto de las lluvias en la educación, el Gobierno coordinará el envío de motobombas a las escuelas afectadas por aguas empozadas, a fin de garantizar condiciones adecuadas para el desarrollo de clases.