Para un peruano ver las noticias en televisión o leer los periódicos para estar al tanto de los eventos locales y globales puede desencadenar fuertes emociones y estrés. Además de los problemas sociales que afectan al país y al mundo, una persona puede enfrentar desafíos personales, como un trabajo de alta exigencia, alguna preocupación económica, el cuidado de familiares o niños, el duelo por la muerte de un ser querido o lidiar con una enfermedad crónica.
Puede que se pregunte qué más podrá soportar o qué sucederá a continuación. Con la sensación de luchas constantes, es común sentirse mal, enojado, tener dificultades para concentrarse y experimentar falta de motivación. En ocasiones, ni siquiera se sabe qué causa esos sentimientos, lo que puede llevar a sentirse atrapado o paralizado. El agotamiento emocional puede haber comenzado a tomar control.
¿Qué es el agotamiento emocional?
Según Mayo Clinic, el agotamiento emocional ocurre cuando el estrés de situaciones desafiantes o adversas se acumula durante un largo periodo, generando un desgaste emocional. Este agotamiento incluye síntomas emocionales, físicos y de rendimiento.
Entre los síntomas emocionales se encuentran: la ansiedad, la apatía, la depresión, la desesperanza, la irritabilidad, la falta de enfoque, el olvido, la falta de motivación, los pensamientos negativos y el nerviosismo. Físicamente, pueden aparecer fatiga, dolores de cabeza, pérdida de apetito, náuseas, mala calidad de sueño y tensión muscular. En cuanto al rendimiento, es común encontrar dificultades para cumplir con tareas diarias, retrasos en los plazos, ausencias frecuentes, aislamiento, menor compromiso laboral y una ejecución más lenta en el trabajo.
Causas del agotamiento emocional
Una de las principales causas de este agotamiento es el estrés laboral, especialmente cuando las personas enfrentan altos niveles de presión, largas jornadas de trabajo o falta de control sobre sus tareas. Este tipo de estrés puede desgastar emocionalmente a quienes sienten que no pueden cumplir con las expectativas laborales.
Otra causa importante es el estrés financiero, que puede generar ansiedad constante por la falta de recursos para cubrir necesidades básicas o por la preocupación por el futuro económico. La responsabilidad de cuidar a otros, ya sea en el contexto de ser cuidador de un familiar enfermo o de atender a niños pequeños, también contribuye significativamente al agotamiento emocional, ya que estas tareas son demandantes y, a menudo, poco reconocidas.
El duelo por la pérdida de un ser querido o la enfermedad crónica también son factores que provocan un desgaste emocional, ya que la persona enfrenta una situación difícil y, a menudo, prolongada, que puede generar sentimientos de tristeza, impotencia y desesperanza. Además, la exposición constante a eventos negativos a través de los medios de comunicación puede intensificar el estrés emocional y contribuir al agotamiento.
Estrategias para reducir el agotamiento emocional
Una de las formas de manejarlo es reconocer los factores de estrés y reducirlos o eliminarlos. Cuando un factor está fuera de control, se debe centrar la atención en el momento presente, enfocándose en eventos positivos o neutrales. Esto ayuda a cambiar la perspectiva y a disminuir el estrés percibido.
El cuerpo a menudo percibe el estrés como una amenaza, lo que activa la liberación de hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina. Al enfocarse en eventos positivos o neutrales, el cerebro percibe menos amenaza, reduciendo la liberación de estas hormonas y equilibrando las emociones.
Otras estrategias incluyen mantener una dieta saludable y equilibrada, minimizar la exposición a noticias negativas cuando sea posible, hacer ejercicio regularmente, y desafiar los pensamientos negativos, reemplazándolos por pensamientos más equilibrados. Además, se recomienda realizar actividades que generen disfrute, como cocinar o escuchar música, para conservar y usar la energía de manera positiva.
Si los síntomas del agotamiento emocional persisten, hablar con un profesional de la salud mental como un psicólogo o un psiquiatra es fundamental. Este especialista puede ayudar a identificar las causas y síntomas del agotamiento emocional, y crear un plan para recuperar el bienestar.