El próximo 6 de febrero, en Lima y Callao se realizará un paro de transportistas y otros gremios de 24 horas y una movilización organizada por gremios de transportistas y la Asociación de Mujeres Empresarias de Gamarra. Esta medida busca protestar contra el alarmante aumento de la criminalidad en el país, incluyendo extorsiones y un récord de homicidios que afectan tanto a los negocios como a la ciudadanía en general.
De acuerdo con los organizadores, la movilización tendrá puntos de concentración específicos: en el Cono Norte, el paradero Flecha; en el Cono Este, el óvalo Santa Anita; y la Plaza San Martín como punto de reunión general. Edgar Luis Vitor Galarza, dirigente de Transportes Unidos Cono Norte, confirmó estos detalles logísticos.
Reclamos contra la inseguridad y la ley 32108
Los dirigentes de transporte han señalado que una de sus principales demandas es la derogación de la ley 32108, la cual, según ellos, favorece a las organizaciones criminales y agrava la situación de inseguridad en el país. Entre los líderes que respaldan esta protesta se encuentran Walter Carrera, de la Asociación de Transportistas Nacional e Internacional (Asotrani); Julio Campos, de la Alianza Nacional de Transportistas M1 y M2; y Martín Valeriano, de la Asociación Nacional de Integración de Transportistas (Anitra).
Por su parte, Judith Pancca Ayala, presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de Gamarra, hizo un llamado a la población para unirse a la marcha. Pancca expresó: “Pedimos a toda la población que no espere a verse afectada por esta situación. Unámonos en la marcha contra el sicariato. El Perú está sangrando”.
División entre gremios y acusaciones de politización
A pesar de la convocatoria, no todos los gremios de transporte apoyan esta medida. Martín Ojeda, director de la Cámara Internacional de la Industria del Transporte, calificó la movilización como una “burda fachada” y acusó a los organizadores de politizar un tema tan sensible como la seguridad ciudadana. Ojeda aseguró que gremios importantes como los corredores complementarios, el Metropolitano, EMU, ETU y otros grupos de transporte urbano e interprovincial no participarán en la protesta, como tampoco lo hicieron en convocatorias anteriores.
En sus declaraciones a 24 Horas Noticias, Ojeda afirmó: “Estamos totalmente en desacuerdo con cómo se vienen manejando algunos ministerios, específicamente el Ministerio del Interior, pero no por eso vamos a caer en la anarquía, en el engaño, en la fachada que pretende el señor Julio Campos y compañía junto a otros politiqueros para engañar a la población”.
Por otro lado, los organizadores de la marcha han negado cualquier vínculo político. La Asociación Nacional de Integración de Transportistas descartaron categóricamente la participación de líderes políticos en la movilización. “Esta lucha es realmente por la indignación que tiene la población. El 6 de febrero vamos a salir a las calles", declararon.
Posible paro nacional si no hay respuestas
Los dirigentes han advertido que, si no obtienen respuestas satisfactorias tras esta medida de fuerza, en la Asamblea Nacional programada para el 8 de febrero se decidirá la fecha de un paro a nivel nacional. Según Julio Campos, hasta el 31 de enero de 2025 se habían registrado 181 asesinatos en el país, una cifra que calificó como alarmante y que, según él, evidencia la urgencia de tomar acciones inmediatas.
Impacto en la población y sectores involucrados
La convocatoria ha generado opiniones divididas entre los gremios y la ciudadanía. Mientras algunos sectores consideran que la protesta es una demanda legítima frente a la creciente inseguridad, otros la ven como un intento de aprovechar políticamente la situación. Martín Valeriano, de Anitra, expresó su confianza en que la movilización contará con un amplio respaldo: “Yo creo que Lima completa y el Callao se van a poner de pie”.
En las próximas horas, se espera que los organizadores brinden más detalles sobre las rutas y los puntos de concentración de la movilización.