El cáncer es una enfermedad que afecta a millones de personas en el mundo, no solo desde el punto de vista físico, sino también emocional y social. Cada diagnóstico es un desafío único, pero también una oportunidad para avanzar hacia un enfoque más integral en la atención de los pacientes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), anualmente el cáncer ocasiona 9.7 millones de muertes a nivel mundial, y se prevé que en la región de las Américas el número de casos de cáncer alcance los 6,7 millones para 2045. Estas cifras muestran la importancia de continuar trabajando en la prevención, el diagnóstico temprano y el acceso a tratamientos innovadores que transformen vidas.
El Día Mundial contra el Cáncer es una instancia que nos da la oportunidad de analizar no sólo las estadísticas y campañas de prevención, sino también profundizar en aquellas alternativas de tratamientos que son únicos, empáticos y cercanos, características que hoy las personas realmente necesitan cuando enfrentan la enfermedad. “Garantizar que todos los pacientes reciban una atención integral que se alinee con sus necesidades específicas” es un reto global que requiere acciones concretas.
La pandemia nos enseñó que la salud es una responsabilidad colectiva, pero también nos mostró las necesidades de nuestros sistemas. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la pandemia enfatizó las desigualdades en el acceso a la salud y afectó a los pacientes con enfermedades como el cáncer.
En paralelo, la American Cancer Society destaca que “la medicina de precisión está transformando la atención oncológica optimizando las terapias y ayudando a los pacientes a tomar decisiones informadas sobre prevención y detección temprana”.
La verdadera transformación está en construir conexiones entre pacientes, cuidadores y todos los actores del sistema de salud, donde podamos entender que el cáncer afecta a todo nivel. En ese sentido, se requieren de esfuerzos que integren ciencia, tecnología y empatía para garantizar que las soluciones estén al alcance de todas las personas.
En Pfizer compartimos este compromiso, trabajando hacia un enfoque holístico en el que la innovación no solo se mida en tecnología, sino en cómo impactamos la calidad de vida de los pacientes y mejoramos las alternativas de tratamientos personalizados.
El cáncer es una enfermedad devastadora y los tratamientos más personalizados son una luz de esperanza que nos pone en la senda correcta. Un camino que no debemos abandonar.