¿Por qué me da sueño cuando tomo cerveza? Lo que le pasa a tu cuerpo al ingerir esta bebida alcohólica

En 2024, Perú alcanzó la medalla de oro en el ‘Mundial de la Cerveza’ con una cerveza artesanal a base de uva. Una cervecería originaria de la ciudad de Tacna, llamada “7 vidas”, logró la destacada hazaña de posicionarse en lo más alto de esta prestigiosa competencia.

Pero los peruanos no solo son reconocidos productores de cerveza sino también grandes consumidores de esta bebida alcohólica, ya que el país inca es el segundo de América Latina con mayor consumo de cerveza por delivery.

Beber cerveza es una de las costumbres más comunes a nivel nacional, especialmente durante los días calurosos de verano, cuando una bebida refrescante se convierte en una forma ideal de relajarse y socializar. Su sabor ligero y su capacidad para refrescar el cuerpo son parte de lo que la hace tan popular en las reuniones y celebraciones.

Sin embargo, además de la sensación de desinhibición que provoca el alcohol, muchas personas notan que después de tomar cerveza, especialmente en cantidades moderadas, sienten sueño o una fuerte sensación de cansancio. Este efecto es común, pero ¿por qué sucede? Para entenderlo, es necesario conocer cómo el alcohol influye en el cuerpo y en los procesos cerebrales.

La cerveza, como todas las bebidas alcohólicas, contiene etanol, el compuesto responsable de sus efectos en el cuerpo humano. Cuando se ingiere alcohol, éste tiene un impacto directo en el sistema nervioso central. En el caso de la cerveza, aunque su contenido de alcohol no es tan alto como el de otras bebidas como el vino o los licores, el etanol sigue teniendo efectos sedantes.

Una de las principales razones por las que la cerveza provoca sueño es que el alcohol actúa como un depresor del sistema nervioso central. Al entrar en el cuerpo, el etanol interfiere con los neurotransmisores en el cerebro, como el GABA (ácido gamma-aminobutírico) y la glutamina. El GABA tiene efectos inhibitorios, lo que significa que reduce la actividad de las células nerviosas, promoviendo la relajación y la somnolencia. Por otro lado, el alcohol bloquea la acción de la glutamina, que normalmente estimula el sistema nervioso y favorece el estado de alerta.

Esto crea una especie de desequilibrio en el cerebro que puede inducir a una sensación de relajación profunda, pero también de somnolencia. El resultado es que, aunque la cerveza te puede hacer sentir más animado o desinhibido al principio, con el tiempo puede provocar una sensación de fatiga y sueño.

La somnolencia provocada por la cerveza no solo se debe a los efectos directos del alcohol sobre el cerebro. Además de la acción de los neurotransmisores y la inhibición de la glutamina, el alcohol también interfiere con los patrones de sueño. Aunque inicialmente el alcohol puede inducir el sueño más rápidamente, este sueño tiende a ser de peor calidad. El alcohol interrumpe las fases más profundas del sueño, como el sueño REM (movimiento ocular rápido), lo que puede hacer que la persona se sienta menos descansada al despertar.

Asimismo, el alcohol aumenta la producción de adenosina, un neurotransmisor que promueve la sensación de somnolencia. Al elevar los niveles de adenosina en el cerebro, el alcohol intensifica la sensación de cansancio y la necesidad de dormir.

La combinación de los efectos sedantes del alcohol sobre el sistema nervioso central, la alteración de los patrones de sueño y la mayor producción de adenosina son las principales razones por las que la cerveza y otras bebidas alcohólicas provocan sueño.

Si bien es difícil evitar completamente los efectos sedantes del alcohol, hay algunas estrategias que pueden ayudar a reducir la somnolencia tras consumir cerveza:

• Beber con moderación: limitar la cantidad de cerveza que se consume puede ayudar a evitar que el alcohol tenga un efecto demasiado fuerte sobre el sistema nervioso y el sueño. Beber lentamente también da tiempo al cuerpo para metabolizar el alcohol de manera más efectiva.
• Comer antes de beber: consumir alimentos antes o mientras se toma cerveza puede ayudar a ralentizar la absorción del alcohol, lo que disminuye sus efectos sedantes. Las proteínas y los carbohidratos son opciones recomendadas.
• Mantenerse hidratado: el alcohol es un diurético, lo que significa que puede causar deshidratación, lo cual contribuye a la fatiga. Beber agua entre las cervezas puede contrarrestar este efecto y ayudar a reducir la sensación de sueño.
• Evitar mezclar bebidas alcohólicas: mezclar diferentes tipos de alcohol puede aumentar los efectos sedantes y generar una mayor somnolencia.