El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), a través de la Unidad Ejecutora Fondo Sierra Azul, logró la construcción de 220 qochas en siete regiones altoandinas del Perú. Estas intervenciones, que representan un hito significativo en la gestión hídrica del país, han mejorado las condiciones para la agricultura, la ganadería y la sostenibilidad en áreas vulnerables. Estas obras han permitido que, más de 20 mil 668 personas han obtenido acceso a agua esencial para sus actividades productivas.
La construcción de las qochas fue diseñada para garantizar la disponibilidad hídrica en las regiones más afectadas por la escasez de agua. Estas infraestructuras, que demandaron una inversión total de 62.4 millones de soles, han incrementado la capacidad de los suelos para retener agua y fortalecer la agricultura familiar. El ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero Campos, destacó que “estas obras se convierten en herramientas clave para el desarrollo sostenible de las zonas más vulnerables del país”.
Entre los beneficios inmediatos se encuentran el acceso al agua para riego y consumo de ganado, favoreciendo la productividad y la seguridad alimentaria de las comunidades altoandinas.
Distribución regional de las intervenciones
Las qochas se construyeron en las regiones de Lambayeque, Lima, Huancavelica, Ayacucho, Pasco, Cusco y Puno, cada una con acciones específicas y adaptadas a las necesidades locales:
- En Lambayeque, se construyeron 5 qochas, 40,000 metros de zanjas de infiltración y se reforestaron 225 hectáreas.
- En Lima, se realizaron 16 qochas y 10 hectáreas de reforestación.
- En Huancavelica, las obras incluyeron 10 qochas y la reforestación de 25 hectáreas.
- Ayacucho vio la construcción de 22 qochas, mientras que en Pasco se implementaron 13 qochas, 13,537 metros de zanjas de infiltración, 21 hectáreas de reforestación y 84 hectáreas de revegetación.
- En Cusco, se construyeron 25 qochas.
- Puno, con 129 qochas y 492 kilómetros de zanjas de infiltración, se destacó como la región con mayor inversión, beneficiando directamente a 3,015 familias, aproximadamente 12 mil 060 personas.
Sostenibilidad y generación de empleo
Además de las qochas, se ejecutaron acciones complementarias para reforzar la sostenibilidad hídrica y ambiental en las comunidades. Se implementaron 545 kilómetros de zanjas de infiltración, permitiendo la recarga de acuíferos y la preservación de los ecosistemas. La reforestación de 281 hectáreas con especies nativas y la revegetación de 84 hectáreas fortalecieron aún más la capacidad de los suelos para retener agua.
Estas intervenciones, según el Fondo Sierra Azul, no solo buscan proteger los ecosistemas, sino también beneficiar la agricultura familiar. “Hemos logrado fortalecer la seguridad hídrica y ambiental de estas comunidades, promoviendo su desarrollo sostenible”, destacaron en un comunicado.
Durante la ejecución de estos proyectos, se generaron jornales de trabajo temporales, brindando ingresos económicos a las familias involucradas y fomentando la participación activa de las comunidades. Este enfoque ha fortalecido el compromiso de los pobladores con la sostenibilidad de las obras realizadas.
Asimismo, se logró un impacto social significativo en la provincia de Yunguyo, en las islas del Lago Titicaca, con la construcción de 17 kilómetros de zanjas de infiltración que beneficiaron directamente a 75 familias, aproximadamente 300 personas.
Proyecciones para 2025
El Fondo Sierra Azul tiene planes ambiciosos para el próximo año, con la meta de construir 968 qochas y 307 reservorios en 16 regiones del país. También se espera implementar 3.298 kilómetros de zanjas de infiltración, reforestar 4.253 hectáreas y revegetar 6.101 hectáreas.
De acuerdo con Midagri estas iniciativas buscan garantizar un manejo eficiente y sostenible de los recursos hídricos en las zonas más afectadas por la escasez, ampliando el impacto positivo en las comunidades altoandinas para enfrentar los desafíos climáticos y garantizar la sostenibilidad hídrica y ambiental de las regiones altoandinas.