En Lima Metropolitana, la capital del Perú, solo 13 de 43 municipios han cumplido con uno de los compromiso ante el Ministerio de Salud (Minsa) para mejorar el estado nutricional de gestantes y niños menores de 12 meses, con el objetivo de prevenir la anemia.
De esas 13 municipalidades, solo cinco lograron cumplirlo en su totalidad, mientras que otras ocho alcanzaron resultados parciales. Este incumplimiento generalizado generó inquietudes sobre la efectividad de las políticas y la capacidad de las gobiernos ediles para enfrentar este desafío de salud pública.
Entre los distritos que destacaron, figuran Breña, Chosica, Magdalena, Pueblo Libre y Pachacámac, que completaron los requisitos establecidos por el Minsa. En tanto, los municipios como Ancón, Comas, La Victoria, Lince, Lurín, Pucusana, San Bartolo y San Juan de Miraflores lograron avances, pero aún enfrentan dificultades en su implementación.
Jessica Huamán, decana del Colegio de Nutricionistas de Lima, explicó que varios profesionales en los municipios advierten fallas en el sistema de registro de visitas domiciliarias, un componente clave en el plan de ejecución del Minsa. Este error técnico ha dificultado la recolección precisa de datos y ha afectado la eficacia de las intervenciones, según la titular.
Huamán también cuestionó la metodología detrás de este compromiso, que se centra principalmente en el número de visitas a hogares sin considerar otros factores críticos, como la disponibilidad de alimentos y acceso al agua en los hogares, que influyen directamente en el riesgo de anemia.
“Los nutricionistas de algunos distritos están pidiendo una revisión del sistema de medición, ya que la anemia es una condición multicausal. No solo se debe evaluar el aumento de hemoglobina en los niños, sino también el contexto socioeconómico de las familias”, comentó Huamán a La República.
Además, remarcó que está la falta de nutricionistas en algunas zonas, y la carencia de centros de atención de primer nivel, agravan aún más la situación.
Inseguridad ciudadana como factor
El distrito de El Agustino ha reportado problemas adicionales, como la inseguridad en algunas zonas, lo que ha impedido el uso adecuado de la plataforma tecnológica del Minsa para registrar las visitas. La alta movilidad de las familias es otro factor que generó dificultades en el seguimiento de los casos, con niños que cambian constantemente de dirección, dificultando su localización.
Otro problema significativo lo identificó Daniel Quiñones, nutricionista de Los Olivos, quien destacó la falta de actualización de las direcciones en las bases de datos del Minsa. En algunos casos, hasta 900 de los 2 mil niños registrados no pertenecían a las zonas que correspondían, lo que dificultó la intervención. En ese distrito de la zona norte de Lima también se carece de personal especializado, ya que algunos centros de salud no cuentan con nutricionistas, lo que agrava la situación.
Este panorama refleja una tendencia preocupante en Lima y en el país en general. Según un estudio del epidemiólogo Rodrigo Vargas Fernández, liderado por la Universidad Científica del Sur, diversas regiones del país muestran una prevalencia alarmante de anemia infantil.
En regiones como Ayacucho, Madre de Dios, Huánuco, Loreto, Ucayali y San Martín, más del 40 % de los niños de 0 a 5 años sufren de esta condición, que afecta gravemente su desarrollo cerebral e inmunitario. Incluso en Lima, donde residen más de 400 mil niños menores de tres años, se estima que el 20 % de ellos padece anemia.
Vargas advirtió que factores como la inseguridad alimentaria, la desnutrición y la falta de saneamiento son clave en la prevalencia de esta enfermedad. Subrayó la necesidad de tomar medidas integrales que incluyan no solo el tratamiento médico, sino también la mejora de las condiciones de vida de las familias afectadas.
Diagnóstico de la anemia
El estudio también destacó cambios en las guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ya provocaron una “paradoja” en el diagnóstico de la anemia.
Para los residentes de áreas a más de 3 mil metros sobre el nivel del mar, los niveles de hemoglobina considerados adecuados han disminuido, mientras que para quienes viven a menor altitud, los umbrales se han elevado, lo que podría complicar el tratamiento y diagnóstico adecuado de los casos.
Este contexto evidencia la urgencia de revisar y fortalecer las políticas de salud pública en el país para abordar de manera más efectiva la crisis de anemia que afecta a miles de niños y familias, especialmente en las zonas más vulnerables de Lima y otras regiones del Perú, reflexionaron los expertos.