
El mundo enfrenta un reto sin precedentes: alimentar a una población creciente en un contexto de crisis económica, cambio climático y transformaciones geopolíticas. Mientras China ha cedido el liderazgo en crecimiento poblacional, India y África emergen como los nuevos motores demográficos. Esta expansión viene acompañada de un aumento en el consumo de bienes de clase media, liderado por China, que ha modificado los patrones de demanda de alimentos y energía a nivel global. Esto representa un enorme reto, el desafío de abastecer a un mundo en expansión.
El crecimiento poblacional está intrínsecamente ligado al crecimiento económico. La nueva clase media global exige más proteínas de origen animal, en particular carne de res, lo que genera una presión creciente sobre los recursos agrícolas y energéticos. La industria tecnológica, por su parte, requiere minerales clave como el litio para la fabricación de chips y baterías. Al mismo tiempo, la lucha contra el cambio climático obliga a implementar estrategias para compensar las emisiones de CO2.
Sin embargo, el mundo no solo enfrenta retos productivos y medioambientales, sino también crisis humanitarias. Hambre, guerras y pandemias continúan golpeando a poblaciones vulnerables, agravando la inestabilidad global.
Los recursos naturales y el rol de Argentina es un actor clave en la producción de alimentos y en el abastecimiento de insumos estratégicos para el mundo. Con abundantes recursos en metales, hidrocarburos, energía, biodiversidad y agua, el país tiene la capacidad de posicionarse como un líder global. No obstante, enfrenta serios desafíos estructurales que limitan su potencial.
Uno de los problemas más urgentes es el alto costo de los fertilizantes, que en Argentina son 2,1 veces más caros que en Uruguay, Paraguay o Brasil. La política de impuestos a las importaciones encarece la producción y reduce la competitividad del sector agropecuario. Además, la economía argentina está atrapada en una dinámica desfavorable: los insumos están dolarizados, pero los ingresos se generan en pesos, lo que afecta especialmente a sectores como la lechería.
Mercados, inversión y marco regulatorioOtro obstáculo crítico es el escaso desarrollo del mercado interno. Ejemplos como el maní reflejan una realidad extendida en otras industrias, donde la falta de demanda local limita el crecimiento. A esto se suma un marco legal obsoleto, diseñado para modelos de producción de las décadas del ’70 y ’90, que no responde a las necesidades actuales del sector.
En materia tecnológica, Argentina registra un atraso de al menos 20 años. La falta de inversión en innovación y modernización reduce la productividad y la competitividad en los mercados internacionales.
Cabe destacar, que este último año se han visto decisiones alentadoras que van en pos de la desregulación y la desburocratización.
Argentina en el mundo: oportunidades y desafíos
A pesar de estas limitaciones, Argentina sigue siendo un proveedor clave de alimentos a nivel global. Según la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA):
- Exportamos carne a 112 países.
- Si alineáramos todos los camiones con granos producidos en el país, la fila daría dos vueltas al mundo (109 millones de toneladas, 4 millones de camiones).
- Exportamos 14 litros de vino por cada 19 litros consumidos localmente.
- El sector agroalimentario genera 3,7 millones de puestos de trabajo y representa el 10% del PBI.
- El 60% de las exportaciones provienen del agro.
- 1 de cada 9 pesos recaudados por la AFIP proviene del sector agroindustrial.
Sin embargo, para aprovechar estas oportunidades, el país necesita una estrategia clara de inserción internacional. La creciente presencia de China en la Antártida y en otros mercados es una señal de la competencia geopolítica por recursos estratégicos.
La guerra comercial entre China y Estados Unidos ha tenido un impacto significativo en las cadenas agroalimentarias globales. Las tensiones arancelarias y las restricciones comerciales han generado disrupciones en los flujos de exportación e importación, afectando la estabilidad de los mercados internacionales. En este contexto, han surgido estrategias como el near shoring y el friend shoring, que buscan reorganizar las cadenas de suministro en función de la proximidad geográfica y la alineación política, respectivamente.
Para Argentina, este fenómeno representa tanto un desafío como una oportunidad. Por un lado, la reconfiguración de las cadenas productivas puede generar barreras comerciales adicionales y un aumento de la competencia en mercados estratégicos. Por otro, el país podría beneficiarse al posicionarse como un proveedor confiable para aquellos actores que buscan diversificar sus fuentes de abastecimiento en un mundo más fragmentado. La clave radica en la capacidad de negociación y en el desarrollo de políticas que fomenten la inversión y la competitividad.
Argentina debe fortalecer su diplomacia y su capacidad de negociación de acuerdos comerciales para maximizar sus ventajas competitivas.
Estrategias para un futuro sostenible
Para que Argentina pueda consolidarse como un líder en la provisión de alimentos y recursos estratégicos, se necesitan medidas concretas:
- Mejor diplomacia y negociación comercial: Se requieren agregadurías agrícolas profesionales y mayor capacidad de negociación en acuerdos internacionales.
- Mayor multilateralismo y cooperación internacional: La integración en cadenas de valor globales es clave para el desarrollo económico.
- Fortalecimiento de las instituciones democráticas y republicanas: Un sistema político estable es fundamental para atraer inversiones y garantizar reglas claras.
- Acuerdos transpartidarios de mediano plazo: Pactos políticos que trasciendan gobiernos pueden dar previsibilidad al sector.
- Estabilidad jurídica y reglas claras: Un marco normativo moderno que brinde seguridad a los inversores.
- Más y mejor representación política: Fortalecimiento de bancadas rurales y técnicos especializados.
- Continuidad de cuadros técnicos: Implementar un modelo similar al uruguayo para garantizar gestiones eficientes y sostenibles en el tiempo.
Conclusión
Estamos atravesando una revolución tecnológica en un mundo inseguro, con hambre y una población en constante aumento. Argentina tiene los recursos y el conocimiento para convertirse en un jugador clave en el abastecimiento global, pero para ello necesita políticas estratégicas, estabilidad institucional y un modelo de desarrollo basado en la innovación y la inserción inteligente en el comercio internacional.
Por ello, si queremos estar a la altura de los desafíos globales, el momento de actuar es ahora.
ultimas
Autonomía escolar, una herramienta clave
Es necesaria tanta para mejorar el rendimiento académico como el clima escolar

Día Mundial de la Obesidad
Rompiendo mitos y avanzando hacia soluciones integrales

Thomas Crowther: democratizando la restauración ecológica con ciencia y tecnología
El ecólogo británico propone un modelo transformador que combina la regeneración de ecosistemas con el fortalecimiento económico de comunidades locales e indígenas, abordando tanto problemas ambientales como desigualdades sociales

“Nos está llevando por la senda peronista”: la columna de The New York Times que advierte sobre los riesgos de que Trump siga el camino de Argentina
Un texto del banquero de Wall Street, Gregory Makoff, hace foco en el vínculo entre el presidente de los EEUU, Javier Milei y Elon Musk, y alerta sobre el peligro de que se apliquen medidas similares en dos países con realidades diferentes

Exportaciones y retos en competitividad y diversificación de mercados
Las retenciones y la baja incorporación de valor en la producción limitan el comercio global. Por cada USD 10.000 que importa Estados Unidos sólo le compra USD 19,34 a Argentina
