
La gastronomía tradicional de México incorpora productos frescos, preparaciones artesanales y una variedad de sabores que destacan tanto a nivel local como internacional. Un aspecto poco explorado en la cultura culinaria mexicana refiere a los dulces elaborados con ingredientes naturales, bajo contenido de azúcar y propiedades beneficiosas para la salud. El interés creciente por alternativas saludables ha impulsado la búsqueda de opciones con menos azúcares y un aporte nutricional superior.
Elegir dulces con menos azúcar permite disfrutar sabores típicos sin comprometer el bienestar. Existen opciones dentro de la repostería mexicana que satisfacen el gusto por lo dulce, ofrecen valor nutricional y contribuyen a preservar tradiciones gastronómicas. Aquí te damos cinco ejemplos populares que cumplen con estos criterios.
Alegría de amaranto

El dulce conocido como alegría utiliza semillas de amaranto, un alimento originario de México con alto contenido de proteínas, fibra y micronutrientes. Preparadas con una cantidad controlada de miel o piloncillo, las alegrías resultan una alternativa con bajo índice glucémico y ofrecen energía sostenida.
Cocada artesanal
La cocada consiste principalmente en coco rallado y pequeñas porciones de miel o azúcar, lo que permite reducir el aporte de azúcares en comparación con otras golosinas procesadas. El coco aporta ácidos grasos saludables, fibra y minerales, mientras que la receta artesanal mantiene la esencia original del producto mexicano.
Ate de guayaba sin azúcar añadida
El ate de guayaba destaca por su alto contenido de vitamina C y antioxidantes naturales. Al seleccionar versiones sin azúcar añadida, se obtiene un dulce con el sabor característico de la fruta y beneficios para el sistema inmunológico, adecuado para quienes limitan el consumo de edulcorantes refinados.
Palanquetas de cacahuate

Las palanquetas son barras elaboradas con cacahuate tostado y un aglutinante de miel o jarabe natural en proporciones moderadas. El cacahuate aporta grasas saludables, proteína vegetal y vitaminas del complejo B. Esta preparación se considera un snack tradicional, energético y de bajo contenido de azúcar si se elabora con recetas caseras.
Fruta deshidratada

El consumo de frutas deshidratadas como mango, piña o manzana forma parte de las costumbres mexicanas, ya que conserva el sabor, los nutrientes y prolonga la vida útil de los alimentos. Sin azúcares añadidos, estas frutas mantienen vitaminas y minerales intactos, y ofrecen una opción dulce y práctica para un estilo de vida equilibrado.


