
En México, los remedios de la abuela siguen ocupando un lugar importante en la vida cotidiana, sobre todo cuando se trata de mejorar el bienestar de forma natural y accesible.
Entre estas prácticas, uno de los más extendidos es el jugo de betabel con manzana y limón, popularmente considerado un aliado para quienes buscan “desinflamar el hígado” o apoyar su funcionamiento.
El betabel —también conocido como remolacha— es uno de los vegetales más ricos en antioxidantes naturales, especialmente betalainas, sustancias asociadas con la reducción de inflamación y la protección celular.
La manzana, por su parte, aporta fibra soluble y compuestos fenólicos que favorecen la digestión y el movimiento intestinal. El limón, con su vitamina C y su efecto refrescante, complementa el jugo al aportar un ligero toque ácido que, según la tradición, ayuda a depurar el organismo.

Aunque este preparado forma parte del conocimiento popular transmitido por generaciones, es importante aclarar que no constituye un tratamiento médico para el hígado graso u otros padecimientos hepáticos.
Sin embargo, sí puede integrarse dentro de un estilo de vida más saludable, que incluya una alimentación equilibrada, actividad física y seguimiento médico cuando sea necesario.
Un jugo depurativo y antioxidante que se prepara en casa
La popularidad de este jugo radica también en su sencillez. La preparación tradicional consiste en licuar medio betabel crudo, una manzana verde o roja, el jugo de medio limón y un vaso de agua. Algunas variantes añaden jengibre o pepino, pero la base siempre es el betabel por su aporte de pigmentos antioxidantes.
Las abuelas suelen recomendar consumirlo por la mañana, en ayunas o como parte del desayuno, bajo la idea de que el organismo aprovecha mejor sus nutrientes y puede iniciar el día con un impulso depurativo. Entre los beneficios que se le atribuyen se encuentran:
- Contribuir a una mejor digestión.
- Ayudar a reducir la sensación de inflamación abdominal.
- Aportar vitaminas y minerales que favorecen el bienestar general.
- Actuar como complemento natural para apoyar al hígado en sus funciones.
Un aliado popular, no un sustituto del médico
El interés creciente por este tipo de bebidas responde también a la búsqueda de alternativas naturales para prevenir o acompañar tratamientos de salud. No obstante, especialistas en nutrición recuerdan que la salud del hígado depende de múltiples factores: alimentación, peso corporal, actividad física, consumo de alcohol y condiciones metabólicas como la diabetes o el colesterol elevado.

Incorporar jugos frescos como el de betabel y manzana puede ser un hábito positivo, siempre y cuando se mantenga dentro de un contexto de cuidado integral. La tradición popular ofrece sabiduría valiosa, pero la prevención y el diagnóstico oportuno siguen siendo pilares fundamentales.
Si se consume con moderación, este jugo antioxidante puede ser una opción refrescante y nutritiva, alineada con los remedios caseros que las abuelas mexicanas siguen transmitiendo como parte de la cultura y el bienestar cotidiano.


