
El pan de muerto es un tipo de pan tradicional mexicano que se elabora especialmente durante la celebración del Día de Muertos, el 1 y 2 de noviembre.
Su receta suele incluir harina de trigo, azúcar, huevos, mantequilla y esencias como el azahar y la forma del pan es redonda y lleva decoraciones que representan huesos y lágrimas, símbolos relacionados con la muerte y el recuerdo de los difuntos.
Generalmente se espolvorea con azúcar y es consumido como parte de las ofrendas que se colocan en los altares dedicados a las personas fallecidas.
Y a pesar de que suele ser uno de los panes preferidos de los mexicanos, debido a su gran sabor, es importante tomar en cuenta su perfil nutricional, ya que al ser un pan dulce debe ser consumido con moderación.

Qué tan dañino es el pan de muerto
El pan de muerto, como la mayoría de los panes dulces, contiene altos niveles de azúcar, harinas refinadas y grasas, principalmente mantequilla por lo que consumido en exceso, puede aportar una cantidad significativa de calorías.
Lo anterior podría contribuir al sobrepeso, obesidad y aumentar el riesgo de enfermedades como diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares. Además, no aporta grandes cantidades de nutrientes esenciales.
Sin embargo, su consumo ocasional dentro de una dieta equilibrada y en porciones moderadas no representa un riesgo grave para la salud de personas sanas aunque personas con condiciones médicas como diabetes, hipertensión o hipercolesterolemia deben moderar o e incluso evitar su consumo.

Cuántas calorias tiene el pan de muerto
Una pieza de pan de muerto de tamaño estándar (aproximadamente 100 gramos) contiene entre 300 y 400 calorías. Esta cantidad puede variar según la receta, el tamaño de la porción y los ingredientes utilizados.
Algunas versiones rellenas o con mayor cantidad de azúcar y mantequilla pueden superar las 400 calorías por pieza.
El valor calórico proviene principalmente de los carbohidratos (harina y azúcar) y las grasas (mantequilla o margarina). Además, suele aportar entre 8 y 12 gramos de grasa, y alrededor de 50 a 60 gramos de carbohidratos por porción.
Es importante considerar que si se consume con ingredientes añadidos como cremas pasteleras u otros sus calorías pueden aumentar de manera considerable. Además, si se acompaña con leche o chocolate, la suma puede incrementar hasta las mil calorías o más.
Por esta razón se recomienda optar por los panes tradicionales sin rellenos y acompañar solo con leche e incluso café americano sin azúcar para minimizar el pico de glucosa.


