
La avena es un cereal perteneciente al género Avena, siendo la especie Avena sativa la más cultivada para consumo humano. Se presenta principalmente en forma de grano entero, hojuelas, harina o salvado.
Este cereal se destaca por su alto contenido en fibra, especialmente betaglucanos, proteínas, vitaminas del grupo B, minerales como hierro y magnesio, y compuestos antioxidantes.
Es debido a sus multiples nutrientes que tu organismo puede tener cambios muy positivos si no la consumens de manera regular y comienzas a comerla todos los días, tal como te contamos aquí.

Estos son los cambios que puedes percibir en tu organismo si comienzas a comer avena diario despues de una semana
Después de incorporar avena a la dieta diaria durante una semana, los cambios más frecuentes que se pueden percibir en el organismo suele ser los siguientes:
- Mejor tránsito intestinal, debido al aumento en el consumo de fibra soluble e insoluble.
- Mayor sensación de saciedad, lo que puede ayudar a controlar el apetito y la ingesta calórica.
- Posible disminución de los niveles de colesterol LDL, ya que los betaglucanos presentes en la avena contribuyen a esta función.
- Incremento progresivo de la energía y mejora en el rendimiento, atribuibles al aporte de carbohidratos de absorción lenta y proteínas.
- Regulación gradual del azúcar en sangre, por el efecto que la fibra tiene sobre la absorción de glucosa.
En algunas personas, sobre todo si no consumían suficiente fibra antes de añadir avena a su dieta, pueden presentarse molestias digestivas leves como hinchazón o gases, que suelen remitir conforme el cuerpo se ajusta al nuevo aporte de fibra pero que son señal de que el cereal está generando cambios positivos.
Además, el hecho de consumirla en ayunas, antes de otros alimentos, ayuda a que sus nutrientes se absorban de mejor manera.

Cómo consumir avena en ayunas para obtener sus beneficios
Consumir avena en ayunas puede aportar fibra, carbohidratos complejos, proteínas y micronutrientes como hierro, magnesio y vitaminas del grupo B. Para obtener sus beneficios, se recomienda:
- Utilizar avena natural (hojuelas o avena integral), sin azúcares añadidos.
- Prepararla con agua, leche o bebida vegetal según preferencias.
- Evitar endulzantes artificiales, priorizando frutas frescas o frutos secos si se desea mejorar el sabor.
- Un consumo de una porción estándar (30-40 gramos) resulta suficiente.
- La mezcla se puede dejar reposar unos minutos para facilitar la digestión.
La avena puede consumirse cocida, como porridge, o remojada desde la noche anterior (overnight oats). Estas formas ayudan a que el organismo absorba mejor los nutrientes y a mantener una sensación de saciedad prolongada.
Una ingesta regular en ayunas puede contribuir a la regulación del colesterol y del azúcar en sangre.


