
Caminar con calcetines sobre superficies lisas, sin calzado, puede parecer un juego infantil o una ocurrencia sin fundamento. Sin embargo, esta práctica cada vez más recomendada por fisioterapeutas y entrenadores funcionales ofrece beneficios reales para la salud física, especialmente en lo que respecta al equilibrio, la postura y la prevención de caídas.
Este ejercicio, conocido informalmente como Sock Walk, consiste en caminar lentamente con calcetines sobre pisos seguros como madera, cerámica o vinil.
Al eliminar la tracción del calzado, el cuerpo se ve obligado a activar músculos estabilizadores que normalmente no se ejercitan. Esto incluye los músculos de la planta del pie, los tobillos, las pantorrillas y la zona lumbar, además de estimular la circulación y mejorar la coordinación general.
Uno de los principales beneficios es la mejora de la propiocepción, es decir, la capacidad del cuerpo para percibir su posición en el espacio. Esta habilidad es clave para mantener el equilibrio y evitar tropiezos, especialmente en personas mayores o en quienes han sufrido lesiones.

Además, al caminar sin el soporte del calzado, se favorece una pisada más natural, lo que puede corregir desequilibrios posturales y reducir tensiones acumuladas en rodillas, caderas y espalda.
El podólogo Sergi Sánchez, del Hospital Clínic de Barcelona, ha señalado que “hay más beneficios que riesgos al caminar descalzo, siempre que se haga en superficies seguras y con una transición progresiva”.
Aunque su recomendación se refiere principalmente a caminar sin calzado, los principios aplican también al uso de calcetines, que ofrecen una capa mínima de protección sin interferir en la activación muscular.
Es importante destacar que este ejercicio no debe realizarse en superficies resbalosas, irregulares o con obstáculos. Se recomienda comenzar en espacios controlados, como una habitación despejada o un pasillo amplio, y avanzar lentamente para evitar caídas.

También es fundamental que cualquier persona con antecedentes de lesiones, problemas de movilidad, neuropatías o condiciones médicas consulte previamente con un profesional de la salud antes de incorporar esta práctica a su rutina.
Caminar con calcetines puede integrarse como parte de un calentamiento, una pausa activa durante el día o incluso como ejercicio de rehabilitación. Su simplicidad lo hace accesible para todas las edades, y su efectividad ha sido respaldada por especialistas en fisioterapia y podología.
En tiempos donde el movimiento consciente y la prevención de lesiones cobran cada vez más relevancia, este ejercicio casero se posiciona como una alternativa útil, económica, segura, versátil y sorprendentemente eficaz.


