¿Deben los sueros orales contener glucosa? Esto dice la ciencia

Estas bebidas deben ser consumidas siempre bajo prescripción médica y no consumirse como agua de uso cotidiano

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Los sueros suelen contener glucosa
Los sueros suelen contener glucosa como una función clínica. Foto: (iStock)

El debate sobre la composición y el uso adecuado de los sueros orales ha cobrado relevancia ante la proliferación de productos en el mercado y la confusión con bebidas energizantes. La presencia de glucosa en estas soluciones genera interrogantes entre los consumidores, quienes a menudo desconocen la función clínica que cumple este componente en la rehidratación.

Las soluciones de rehidratación oral (SRO), conocidas popularmente como sueros orales, están diseñadas para restablecer el equilibrio de líquidos y electrolitos en el organismo tras episodios de diarrea o vómito.

Su fórmula suele incluir agua, electrolitos esenciales —sodio, potasio y cloro— y, en la mayoría de los casos, glucosa. La inclusión de este último ingrediente responde a un mecanismo fisiológico: en el intestino, la glucosa facilita la absorción de sodio y, por ende, de agua, optimizando la rehidratación. Este principio ha sido validado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda la presencia de glucosa en las SRO con dosis precisas para evitar efectos adversos.

De acuerdo con las directrices de la OMS, la composición ideal de una SRO contempla 20 gramos de glucosa por litro y una concentración de sodio de 75 mmol/L. Esta proporción asegura una absorción eficiente sin provocar desequilibrios osmóticos.

No obstante, una cantidad excesiva de glucosa puede volver la solución demasiado densa (hiperosmolar), dificultando la absorción de agua y generando molestias digestivas. Además, el consumo elevado de glucosa fuera de un contexto médico puede favorecer el desarrollo de enfermedades como obesidad o diabetes.

Esta solución debe consumirse en
Esta solución debe consumirse en casos de deshidratación. Foto: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

La distinción entre sueros orales y bebidas energizantes resulta fundamental para evitar usos inapropiados. Mientras que los sueros orales tienen un propósito terapéutico —reponer agua y electrolitos en proporciones específicas para facilitar la absorción intestinal—, las bebidas energizantes están formuladas para estimular el sistema nervioso.

Estas últimas pueden contener cafeína, glucosa (en cantidades diferentes a la de los sueros) y, en ocasiones, taurina, guaraná u otros estimulantes, además de saborizantes artificiales. Su objetivo no es la rehidratación médica, sino el aumento del estado de alerta o energía. El contenido de azúcar en las bebidas energizantes suele ser considerablemente más alto y carecen del equilibrio de electrolitos presente en los sueros orales.

La confusión entre ambos productos puede derivar en prácticas inadecuadas. Por ejemplo, utilizar suero oral como bebida habitual o para aliviar la resaca resulta innecesario si no existe una deshidratación real. Por otro lado, recurrir a una bebida energética tras el ejercicio con la intención de rehidratarse puede ser contraproducente, ya que sus ingredientes pueden elevar la presión arterial y agravar la deshidratación si no se acompaña de suficiente agua.

El uso correcto de los sueros orales exige comprender cuándo están indicados y cómo deben administrarse. Estas soluciones están recomendadas principalmente en situaciones de diarrea o vómito prolongado, donde la pérdida de líquidos y sales minerales puede ser significativa, especialmente en niños y adultos mayores.

También se aconsejan en casos de fiebre prolongada, ya que el sudor incrementa la pérdida de agua, y durante exposición a calor extremo, un riesgo particular para personas mayores, bebés y trabajadores al aire libre. El ejercicio físico intenso y prolongado, sobre todo en ambientes calurosos, puede justificar el uso de suero oral para reponer electrolitos, aunque en la mayoría de los casos, el agua y una alimentación equilibrada resultan suficientes para personas sanas.

El suero oral debe consumirse
El suero oral debe consumirse bajo recomendación médica. Foto: (iStock)

Ante síntomas de deshidratación leve o moderada —como sed intensa, boca seca, fatiga, mareos, disminución de la orina y color amarillo oscuro en la misma—, el suero oral puede ser de gran utilidad.

La forma de consumo también influye en la eficacia del suero oral. No es necesario ingerirlo de una sola vez; lo recomendable es beberlo a sorbos pequeños y frecuentes, especialmente si hay vómito, para evitar el rechazo. Puede tomarse frío o a temperatura ambiente, según la preferencia del paciente.

En episodios de diarrea o vómito, se aconseja administrar suero tras cada evacuación o episodio, siguiendo siempre las indicaciones médicas, sobre todo en niños. Es fundamental recordar que los sueros orales no sustituyen el consumo regular de agua, sino que lo complementan cuando existe riesgo de desequilibrio de electrolitos.

El uso cotidiano de sueros orales sin justificación médica no está recomendado. El consumo innecesario puede aportar cantidades excesivas de azúcares o sodio. Además, personas con enfermedades renales o cardíacas deben consultar a su médico antes de utilizar estos productos debido a su contenido en sodio y potasio.

Aunque algunas marcas de sueros orales se comercializan sin receta, su consumo debe realizarse bajo prescripción médica y con moderación, ya que no en todas las situaciones resulta adecuado. La clave reside en emplearlos correctamente, diferenciarlos de otros productos del mercado y evitar sustituirlos por bebidas energizantes o viceversa.