
La llegada del otoño trae consigo una oportunidad para incorporar a la dieta alimentos que, además de ser sabrosos, resultan beneficiosos tanto para la salud como para el entorno. Entre ellos, el camote —también conocido como batata o boniato— destaca por su perfil nutricional y su versatilidad en la cocina.
Consumir este tubérculo durante su temporada natural no solo favorece el bienestar físico, sino que, también representa una elección responsable desde el punto de vista económico y ambiental.
El camote sobresale por su riqueza en vitamina A en forma de betacarotenos, un nutriente esencial que contribuye a fortalecer el sistema inmunológico, proteger la visión y mantener la piel en buen estado. Esta raíz también aporta vitamina C, potasio, hierro, fibra y antioxidantes, elementos que colaboran en la prevención de enfermedades y en el funcionamiento óptimo del organismo.

En los meses de otoño, cuando las defensas pueden verse comprometidas por los cambios de temperatura, el consumo de camote ofrece una protección natural adicional.
Durante esta estación, el cuerpo requiere un mayor aporte de energía y nutrientes para adaptarse a las condiciones más frías y secas. El camote proporciona carbohidratos complejos, que liberan energía de manera sostenida y evitan picos bruscos en los niveles de azúcar en sangre.
Esta característica lo convierte en una alternativa saludable frente a productos procesados con azúcares simples. Además, su textura suave y su sabor ligeramente dulce lo hacen idóneo para preparar platos reconfortantes como cremas, guisos, purés y postres.
Optar por alimentos de temporada como el camote implica consumir productos cosechados en su punto óptimo de maduración, lo que se traduce en mejor sabor, mayor valor nutritivo y una reducción en el uso de conservadores o en la necesidad de transporte de larga distancia.

Este hábito no solo beneficia la salud individual, sino que también contribuye a disminuir la huella de carbono asociada al traslado y almacenamiento de productos fuera de temporada. Además, en otoño, el camote suele encontrarse a un precio más accesible debido a la mayor oferta en los mercados locales.
En la cocina, el camote demuestra una notable versatilidad. Puede prepararse al horno, hervido, en chips, como relleno o en postres. Su dulzura natural permite reducir la cantidad de azúcar añadida en las recetas, y su consistencia facilita su uso como sustituto saludable en masas, panes o pasteles. Es apto para dietas vegetarianas, veganas y libres de gluten.
Incorporar camote en la alimentación otoñal representa una forma sabrosa, saludable y sostenible de nutrirse, aportando vitaminas, fibra y antioxidantes en una época en la que el organismo demanda mayor cuidado. Al elegir productos de temporada, se apoya a los productores locales y se promueve una alimentación más consciente.